Una única compañía. En apenas nueve meses Extreme Networks compró algunas de las áreas que componían el negocio de tres grandes empresas: primero fue el segmento inalámbrico de Zebra; a lo que se unieron posteriormente los productos de redes de Avaya y el negocio en torno al centro de datos de Brocade. Ahora, apenas año y medio después, Extreme es una única Extreme. “Nos hemos transformado y hemos pasado de ser una compañía más en el entorno de las comunicaciones a convertirnos en la número tres”, resumió Javier Jiménez, director general de Extreme Networks es España. Una sentencia enunciada ante una audiencia integrada poe los profesionales que acudieron, un año más, a su evento ExtremeNow, que reunía a clientes y canal el pasado 7 de marzo en Madrid.
Una transformación, que ha conducido a una única compañía, que ha ido acompasada con el cambio de rol de la red. “Ya no es una commodity; ahora es el activo más importante de las compañías en sus procesos de transformación digital”.
Una «nueva» compañía, una “nueva” concepción de la red
La integración de la oferta, tras cualquier adquisición, no es sencilla. Más cuando han sido tres en muy poco tiempo. Jiménez aseguró que ya es un hecho. “Nuestro portafolio está orientado hacia la transformación digital”, explicó. “Las telecomunicaciones son un apartado fundamental y aún lo serán más en los próximos tiempos”, alertó. La explosión de los datos (en 2020 cada persona generará 1,7 MB de datos cada segundo) y el avance, imparable, del IoT (un 95 % de los dispositivos que funcionen estará conectado en 2020) no van a poner las cosas fáciles a los administradores de red. “Detrás de esta transformación digital está la red”, repitió Jiménez. “Y ésta no ha cambiado: sigue basada en protocolos y cuando hay un problema, la resolución se complica con este nuevo panorama. Debe transformarse y servir a la experiencia del cliente”.
Se impone, por tanto, una nueva manera de gestionar y entender la red. “Debemos pensar cómo nuestras soluciones de red pueden ayudar a las empresas a hacer más eficaces sus procesos de negocio”, enunció Francisco García, director técnico para el sur de Europa de la compañía. “La experiencia del cliente va a ser el elemento diferenciador en la oferta; por encima del precio o del producto”, insistió.
Este cambio en la concepción y gestión de la red no parece ser una tarea a corto plazo. “Muchas empresas siguen utilizando las redes de la misma manera en la que lo hacían en el siglo XX”, alertó. “Es absolutamente fundamental una red en la que se hable de automatización de los servicios; no de infraestructura”, explicó. “Hay que explotarla de manera que sea una aliada en la estrategia de los clientes y la única manera de lograrlo en proporcionándola inteligencia”.
Según explicó el director técnico del sur de Europa, la red debe ser una única entidad, gobernada de manera sencilla, a la que se le apliquen una serie de servicios que, “una vez que se acaben, desaparezcan de la misma”.
Salvador Ferrer, director de soluciones de ecosistema de Extreme Networks, insistió en la idea de que es primordial que los administradores de red deben pensar en gestionarla de manera diferente. “Va ser fundamental el IBN (Intent Based Networking). El administrador decide qué hay que hacer y será el sistema el que decida qué debe hacer la red para lograrlo. “Debe ser el sistema el que exprese la intención del administrador de red, que procede de las necesidades del negocio, y lo ejecute”.
Gestión unificada, sí o sí
La gestión unificada es primordial. El fabricante presume de Extreme Management Center, la herramienta de gestión capaz de gobernar la red de manera transversal, lo que permite orquestar y automatizar; con un control granular de políticas de acceso dinámico, basado en roles; que puede ser ejecutado en la infraestructura existente y que permite la integración con terceras compañías para las aplicaciones de negocio. García destacó la capacidad analítica y de telemetría de las aplicaciones. “Habilita la infraestructura para realizar estas tareas y permite gozar de una visibilidad en el uso de las aplicaciones de cada usuario, con lo que se gana en rendimiento”. El uso de la inteligencia artificial permite que la herramienta sea capaz de realizar un auto diagnóstico. “Es un servicio gestionado autónomo que permite la autoreparación: se pueden detectar problemas de comportamiento y ataques, adoptando las medidas necesarias para evitar que afecten a la red”.
Tres áreas, tres
Tres son las áreas en las que se reparte la actual oferta de Extreme Networks: el centro de datos, las soluciones de acceso y las aplicaciones de campus. Un trío en el que, sin embargo, el máximo protagonismo corresponde al software, al que se destina el 90 % de la inversión de la compañía. “Es la base de todo”, reiteró Javier Jiménez.
Dentro del apartado de las tecnologías de acceso, la marca acaba de presentar una nueva generación de switches (la familia X465 Exos), que según apuntó Ricardo Borrajo, ingeniero de sistemas de la compañía, permiten una instalación automática y exhiben una mayor sencillez en su gestión y escalabilidad.
En el apartado del campus, Borrajo recordó que debe ser un entorno “sencillo, seguro e inteligente”. Extreme Netwoks cuenta en este apartado con Campus Fabric, una solución que comprende tres elementos (VSP, SPBm y XMC). “Es rápida de desplegar, presenta una mayor estabilidad y permite, si aparecen, una resolución más sencilla de los problemas”.
Por último, en el entorno del centro de datos es clave la automatización de los procesos. “Con un hardware adaptable, con una visibilidad y una analítica que abarca todo el entorno”, asegura Borrajo. Ahora bien, lo más importante es que los “tres anillos”, las tres áreas, se “enganchan”. “Es posible gracias a Extreme Management Center (XMC)”.