En los últimos años la eficiencia energética se ha convertido en un elemento decisivo para ganar proyectos e impulsar las ventas, gracias a la demanda de los usuarios que reclaman equipos e instalaciones que reduzcan el gasto energético. La industria tecnológica en nuestro país está trabajando para mejorar la eficiencia energética de sus soluciones con la vista puesta tanto en responder a la demanda del usuario como en cumplir los objetivos de protección ambiental que ha marcado la Unión Europea.
La eficiencia energética se ha convertido en un objetivo a lograr tanto para los particulares como para las empresas por los beneficios medioambientales y los ahorros, sobre todo en el ámbito corporativo, que lleva aparejados. Desde el punto de vista tecnológico, la eficiencia puede tener distintas concepciones, aunque sus beneficios son los mismos: un funcionamiento adecuado de los equipos y ahorro. Para Eaton, la «eficiencia es vital para un rendimiento óptimo de cualquier instalación», explica Javier Martínez, segment marketing manager de la compañía.
Schneider Electric considera que la eficiencia energética «es poder obtener los mejores resultados utilizando la menor energía posible de forma sostenida en el tiempo, sin comprometer la disponibilidad o la calidad de la energía», según apunta Joaquim Daura, energy&sustanbility services sales director.
José Alfonso Gil, country manager de España de Emerson Network Power, cree que la eficiencia energética no es solo parte del núcleo de su negocio sino «el modo en que la sociedad debe afrontar el empleo de la energía en general». Entendida como la optimización de los procesos para producir más productos y servicios con menos cantidad de energía «supone una reducción de los costes de abastecimiento energético en servicios como iluminación, transporte, etc. y a la vez representa un beneficio medioambiental muy importante al aliviar las presiones sobre los recursos naturales», resalta este directivo.
Este componente de protección de la naturaleza es lo que impulsa a grandes proveedores tecnológicos a trabajar en el desarrollo de equipos más eficientes y diseñar políticas para proteger el medio ambiente . Este es el caso de Fujitsu que dentro del su Plan de Acción Ambiental Fase VII estableció una serie de objetivos para el año fiscal 2015, que le ha permitido reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en unos 40 millones de toneladas a través de una correcta ejecución de las TIC.
Situación en España
Las acciones y el trabajo de I+D que están desarrollando los proveedores de tecnología para mejorar la eficiencia se ha producido al mismo tiempo que se elevaba el nivel de interés de los usuarios, sobre todo en el terreno empresarial, como coinciden los expertos, aunque también reconocen que queda mucho por hacer. Según el estudio del Consejo estadounidense para una economía de energía eficiente (ACEE), España se sitúa en el séptimo lugar del ranking de países que están más comprometidos con la eficiencia energética en 2016, aunque está por detrás de otros países europeos como Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.
La especialista en medio ambiente de HP Inc, Nuria Arocas, señala que el país europeo más interesado en base a la actividad de su centro de contacto enfocado a temas de sostenibilidad es Alemania seguido de Holanda. Nuestro país no está en los primeros lugares, aunque sí que hay un cierto interés por estos temas.
Esta distancia con estos países se debe a una visión energética a corto plazo y a cuestiones relacionadas con la legislación. «Disponemos de las soluciones tecnológicas necesarias, pero nos falta la cultura y la visión energética a largo plazo. Por otro lado, nuestro clima no es tan frío como en otros países europeos, lo que les permite aplicar soluciones de refrigeración aún más eficientes», apunta Daura, de Schneider Electric.
Ramón Falguera, director comercial de Salicru, cree que «el usuario español valora, en los mismos términos que los europeos, las ventajas que aporta la eficiencia energética, otra cosa es que las normativas e iniciativas gubernamentales estén a la misma altura».
A pesar de estas dificultades, la eficiencia es prioritaria en nuestro país no solo por la demanda del usuario sino por el «propio interés de los proveedores de ser eficientes energéticamente para poder resultar competitivos», argumenta José Manuel Armada, director de ingeniería de clientes de Interoute Iberia.
Centro de datos
La eficiencia energética es importante para todas las soluciones TIC, pero en el ámbito de la infraestructura del centro de datos es imprescindible. Schneider Electric mantiene una estrategia general centrada en la sostenibilidad tanto financiera como medioambiental y social. Y siguiendo esta línea, su propuesta para el centro de datos se articula en torno a tres ejes: el desarrollo de equipos más eficientes; el desarrollo de sistemas y equipos completos para cada aplicación y el desarrollo de sistemas de software y de gestión para lograr una mayor eficiencia a lo largo de la vida de la solución.
Interoute también está trabajando para mejorar la eficiencia en los centros de datos. El uso y el diseño adecuado le han permitido ahorrar entre 2003 y 2010 un 43 % del coste de su infraestructura reduciendo los niveles de equipamiento de la red. En los centros de datos ha conseguido un ahorro de un 50 % desde 2010 a 2016 utilizando tecnologías de mayor rendimiento por unidad de superficie. “Las tecnologías de virtualización y las redes definidas por software permiten concentrar en un reducido número de elementos las funciones que antes desempeñaban componentes de mayor tamaño, reduciendo el consumo y el espacio que ocupan”, apunta Armada.
La refrigeración es uno de los mayores consumidores de energía en los data center por lo que es uno de los aspectos en los que se esfuerzan los especialistas. “Buscamos técnicas que ayuden a una mejor refrigeración. Por ejemplo, una buena refrigeración en el rack es fundamental”, comenta el responsable de Eaton.
Salicru y Emerson Network también tienen una estrategia para mejorar la eficiencia en este entorno. Salicru está desarrollando una nueva generación de SAIs con características específicas para responder a las nuevas necesidades de los centros de datos, mientras que Emerson dispone de enfriadoras con nuevas tecnologías que aportan mayor capacidad como el modelo Liebert AFC que cuenta con tres tecnologías de refrigeración: antibática, freecooling y refrigeración mecánica.
Dispositivos
La eficiencia energética de un dispositivo o producto informático aporta ventajas al usuario, pero para que sea considerado como tal tiene que cumplir una serie de requisitos. Arocas, de HP Inc, señala que “un producto es eficiente energéticamente cuando está diseñado con el objetivo de reducir su consumo de energía”.
Algunos fabricantes trabajan con los parámetros definidos por Energy Star, un programa de eficiencia energética de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, que busca una reducción del consumo de energía. Los productos que consiguen esta certificación además de cumplir las funciones para las que fueron diseñados contribuyen al ahorro de energía y además tanto el consumo como el desempeño del producto se puede medir. Esta certificación en su etiquetado le distingue de los que no son eficientes y sirve de referencia para el consumidor a la hora de la compra.
Alfonso Guilabert, director de calidad de Fujitsu, explica que para que un producto sea eficiente también hay que tener en cuenta otros factores como que sus componentes no contengan sustancias peligrosas, se ahorre agua en su fabricación y al fin de su vida útil se puedan reciclar sus carcasas y componentes.
La innovación también ha permitido introducir mejoras para lograr un uso más eficiente. Por ejemplo, HP Inc en su oferta de impresoras ha incorporado la impresión a doble cara, tecnología para imprimir con un punto de fusión bajo, detección de cobertura del tóner y de detección de papel, la barra de impresión inmóvil que abarca el ancho de la página o el encendido y apagado automático. “No solo las características técnicas de los productos contribuyen al ahorro y la eficiencia energética. Los servicios también pueden contribuir a este fin. Este tipo de ejercicios de racionalización puede suponer ahorros estratégicos para el cliente en múltiples sentidos y por supuesto una disminución del consumo”, recalca Arocas.
Barreras y estrategias
A pesar de los beneficios que aportan los equipos e instalaciones que permiten un óptimo consumo energético, todavía hay barreras que dificultan su implantación en el mercado. Una de ellas es la inversión inicial que requiere este tipo de soluciones, aunque el retorno que se obtiene compensa este desembolso.
“Las mayores barreras son el corto plazo y la falta de medidas y verificación de los ahorros”, señala Daura, de Schneider Electric. Para salvarlas aconseja “contar con instrumentos de medición que validen los resultados de las acciones implementadas. Y también es necesario tener en cuenta otros factores como el ciclo de vida de las soluciones para poder presentarlas como un caso de negocio que pueda resultar atractivo para todas las partes implicadas”.
Los expertos coinciden en señalar que la eficiencia energética es un factor que determina la consecución de proyectos y mejorarla es una de sus prioridades. Salicru está apostando por las energías renovables y las tecnologías más avanzadas para la eficiencia a través de su línea SLC Greenergy Solutions y además está trabajando para desarrollar nuevas aplicaciones y tecnologías de eficiencia energética. “Se trata de la integración de un conjunto de parámetros que nos permiten obtener un rendimiento más alto con menos consumo de energía y desprendimiento calorífico”, detalla Falguera.
Eaton está trabajando en una línea similar a través de su departamento de I+D con el fin de trasladar al mercado los avances y satisfacer la necesidad de eficiencia energética.
Interorute y Emerson Network Power comparten la misma visión de trabajo continuo para mejorar la eficiencia como parte de su estrategia. “La búsqueda de la eficiencia es un proceso que no tiene fin en el sector TIC. Estamos inmersos en un proceso continuo de transformación tecnológica y esto también se hace notar en la eficiencia energética”, confirma Armada, de Interoute.
Tendencias
Este trabajo de I+D está dando sus frutos y se está reflejando tanto en las nuevas tendencias como en los proyectos que se están llevando a cabo. Los avances se están plasmando en los sistemas de alimentación más eficientes, en la refrigeración y en los sistemas de gestión de la infraestructura. Se observa también un uso de tecnologías de fabricación que permiten un mayor rendimiento energético, el aprovechamiento de calores residuales y el uso de sistemas de cogeneración —generación simultánea de calor y electricidad—.
“La digitalización, el Internet of Things (IoT) y el big data juegan un papel importantísimo y acompañarán el desarrollo de la smart grid”, resalta el responsable de Schneider Electric.
A la vez, se están poniendo en marcha programas con buenas prácticas y medidas para minimizar el daño ambiental. Fujitsu tiene un plan compuesto por nueve medidas encaminadas a reducir la emisión de gases de efecto invernadero en oficinas, fábricas y en la cadena de suministro; aumentar el rendimiento de los data center, impulsar el uso de las energías renovables y utilizar de manera más eficiente el agua en la fabricación; y evitar el uso de sustancias químicas y fomentar el reciclado.
Schneider Electric también cuenta con un programa interno para implantar medidas de reducción del consumo energético a largo plazo.
Interoute trabaja con auditorías energéticas para optimizar costes de manera continua. HP Inc. está transformando su negocio con una serie de cambios para reinventar el modo en el que se diseñan, fabrican, utilizan y recuperan los productos con el fin de que sea más eficiente tanto el uso de los materiales como el de la energía. Y Salicru está trabajando en un proyecto con ingenieros de la Universidad danesa de Aalborg para desarrollar un sistema de alimentación ininterrumpida trifásico de alta eficiencia.