El Gobierno, a través del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, se ha aliado con BSA y AMETIC para concienciar a las empresas de los beneficios del uso del software legal.
Esta alianza se ha plasmado en un acuerdo rubricado por el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Víctor Calvo-Sotelo; Sarah Coombes, managing director para Europa, Oriente Medio y África de BSA; y José Manuel de Riva, presidente de AMETIC.
El acuerdo, que tendrá una duración de tres años, es una respuesta al elevado nivel de software ilegal en las empresas y las negativas repercusiones que tiene para el empleo y la sociedad.
Calvo-Sotelo resaltó durante la firma del acuerdo que “supone el punto de partida para una colaboración más intensa entre la administración y las principales asociaciones tecnológicas involucradas en la promoción del uso legal del software. El software constituye una pieza clave en la nueva actividad económica y conforma un sector económico relevante y con gran potencial de futuro”.
Por su parte, Coombes, de BSA, añadió que “el problema de las copias ilegales de programas de software necesita en España de acciones como esta. Según el último estudio de IDC, el 45 % del software utilizado en los PCs españoles es ilegal, lo que conlleva a una situación de alto riesgo para las empresas ya que cuanto más alta es la tasa de software ilegal instalado en ordenadores en las empresas, mayor es la cantidad de malware encontrado”.
El acuerdo contempla la creación de un grupo de trabajo para hacer un seguimiento de la actividad, coordinado por la SETSI, a través de la Subdirección de Contenidos para la Sociedad de la Información, y en el que participará BSA a través del Comité Español de dicha asociación, y AMETIC a través de su comisión de software.
El presidente de AMETIC hizo hincapié en el efecto negativo que tiene en el empleo el software ilegal y declaró que “el software original es el que realmente aporta ventajas a sus usuarios, como el soporte del fabricante, la fiabilidad de funcionamiento, la seguridad de los sistemas y el acceso a actualizaciones. Y la existencia de software acarrea graves consecuencias como la competencia desleal, el freno a la productividad empresarial o la pérdida de talento y puestos de trabajo”.