El último estudio de Eset refleja que el 73 % de las empresas en todo el mundo prevé tener incidentes relacionados con la ciberseguridad. Entre ellas las organizaciones de análisis e investigación (con un 93 %) y las de finanzas y banca (con un 87 %) son las más pesimistas.
Asimismo, el informe recoge que el 80 % de las compañías consultadas confía en los conocimientos de sus trabajadores para mitigar cualquier amenaza. Esta confianza en los empleados se puede deber al incremento de la formación y la concienciación sobre ciberseguridad en los últimos años. Pero también puede ser una falsa y excesiva sensación de seguridad.
La expansión del teletrabajo ha favorecido a los ciberdelincuentes. Pero ya antes de la llegada de la pandemia los niveles de ataques tenían cifras elevadas. De hecho, el 45 % de las compañías admite haber recibido alguna amenaza en el pasado. Lo que sí ha conseguido la covid-19 es convertir a la seguridad en una de las prioridades para las organizaciones. Tal y como muestra el estudio de Eset, el 81 % de los directivos tiene previsto priorizar la ciberseguridad y el 72 % ya está invirtiendo de forma activa en nuevas tecnologías para mejorar la seguridad de sus finanzas.
Pavol Balaj, director del segmento corporativo en Eset, ha hablado de cómo la implantación del teletrabajo ha dibujado un nuevo escenario que ha sido aprovechado por los hackers. “Los criminales han encontrado nuevas oportunidades y es clave que los trabajadores tengan los conocimientos y las herramientas para detectar y prevenir una fuga de datos o un ciberataque”, ha comentado.
El directivo ha concluido recordando que “la ciberseguridad no puede ser pasada por alto y por eso el estudio de Eset refleja la necesidad de una inversión continuada en ciberseguridad”.