“Es el momento de migrar”. Emilio Paz, responsable de Windows Server en Microsoft Ibérica, alerta de la necesidad de que las empresas que todavía cuentan con este sistema operativo den el salto al Windows Server 2012 R2. “Migrar un servidor lleva tiempo”, recordó. “Dependiendo del servidor llevará más o menos tiempo; lógicamente será más complicado para aquellos que alojen aplicaciones críticas como la tesorería, los recursos humanos o los pedidos”, enunció. “Vamos tarde si los clientes tienen que migrar aplicaciones”.
¿La fecha límite para este camino? El próximo 14 de julio, que es cuando acaba el soporte para el Server 2003. Paz puntualizó los riesgos. “Aquellos clientes que cuenten con contrato de soporte se les va a seguir dando; ahora bien hay que dejar claro que Microsoft dejará de desarrollar código o software para este sistema operativo, por tanto no contará con más actualizaciones”.
La lista de complicaciones es enorme: un sistema operativo que nació hace más de 12 años, eso sí al calor de Internet, no soporta muchas de las aplicaciones y de los dispositivos que marcan el día a día. “No se puede conectar a la nube híbrida”, remató Paz. “Las nuevas maneras de trabajar no pueden ser soportadas por este sistema operativo. No es capaz de soportar la carga de dispositivos y de datos actuales”. El cuadro médico se completa con los graves agujeros de seguridad que acarrea, incluyendo las formas de pago. “No tiene conexión segura a los servidores”.
¿El número de instancias con este sistema operativo obsoleto? 23,9 millones en el mundo. Una cifra que alcanza a todo tipo de empresas: el 58 % se calcula que están en las pymes, el 34 % en la gran empresa y el 8 % en la Administración Pública. “Un 50 % de las instancias están alojadas en un entorno físico y el otro 50 % en uno virtual”. En el estudio de las aplicaciones que alojan, el 76 % están funcionando en entornos críticos, con aplicaciones de negocio en marcha.
Sin desvelar los datos de España, Paz cree que la migración será más rápida de lo que ha sido el salto del XP, del que todavía queda un parque instalado del 10 %. “En un año apenas quedará ninguna instancia de Windows Server 2003; quizás algún servidor aislado instalado en alguna red pequeña”. Una migración en la que Paz no contempla un cambio hacia otro sistema operativo que no sea Windows. “Resultaría muy caro y costoso que una empresa migrara hacia Linux, por ejemplo”.
El impulso principal que arrastre a la migración, y a pesar del empuje irresistible de la nube, van a ser las nuevas formas de trabajar. “La nube es una de las alternativas pero no la única”, remató Paz.
Salto tecnológico
El compañero de aventuras de Microsoft es Intel. Para animar a las empresas a dar el salto al Server 2012 R2, la marca tiene en marcha programas de renovación tecnológica junto a los motores Intel Xeon E5 v3. Agustín Gallego, director de alianzas de Intel, alude a argumentos de ahorro y de mejor rendimiento para las empresas que renueven su infraestructura. “El ahorro en cuanto a consumo energético, mantenimiento o costes de averías y administración es imposible de rebatir”. Gallego recordó que desde 2006 los motores Xeon de Intel “han multiplicado por 22 su rendimiento y por 26 su eficiencia energética”.