Contundente y firme. Así se ha mostrado Kaspersky ante la noticia, conocida el pasado miércoles, en la que el departamento de seguridad interior de Estados Unidos ordenada a las agencias del gobierno retirar los productos de la firma rusa de sus sistemas informáticos. ¿La razón? Que el fabricante filtrase información al gobierno ruso. La orden señala que estas agencias deberán identificar los productos de Kaspersky en un plazo máximo de 30 días, diseñar planes para proceder a su cancelación (en 60 días) y eliminarlos en el plazo máximo del mes siguiente. Eugene Kaspersky, CEO de la compañía, va a tener la oportunidad de defender esta firmeza ante la Audiencia Nacional de los Estados Unidos, el próximo 27 de septiembre, presentando sus alegaciones ante esta medida.
Aprovechando la presentación de sus nuevas versiones de sus soluciones de consumo, Alfonso Ramírez, director general de la marca en España y Portugal, ratificó que la marca nunca ha tenido ninguna relación inapropiada con ningún gobierno. “Estamos decepcionados con esta medida porque no se han aportado ninguna prueba evidente. Solo presunciones”, expresó. “Kaspersky no ha realizado ninguna acción que vaya en contra del código ético de ninguna empresa”. En relación a los gobiernos, Ramírez insistió en que “nunca hemos ayudado ni ayudaremos a hacer ciberespionaje a ningún gobierno. Hacemos escudos, no espadas”.
Ramírez recordó el compromiso de la firma en la lucha contra el cibercrimen, insistiendo en sus alianzas, entre otros, con Europol, Interpol y la policía de Londres. “Somos la compañía con las soluciones más testadas y con más premios recibidos”, exhibió. La marca cuenta con presencia en 38 países y más de 400 millones de usuarios en el mundo.