Fiel a una de sus competencias ministeriales, Carme Artigas enarbola la digitalización como si de un arma de “construcción” masiva se tratara. No fue una excepción en el 35º Encuentro de la Economía y las Telecomunicaciones en el que apeló al reto “sin precedentes” que tiene ante sí España. “Nunca en la historia hemos contado con un plan estratégico de este calado, a nivel tecnológico y digital, ni con la cantidad de recursos para llevarlo a cabo”. Un plan, ya saben, “España Puede”, en el que los proyectos digitales de las empresas se llevarán el 29 % de los fondos europeos que lo diseñan. “El sector tecnológico debe ser catalizador del nuevo modelo económico”, apeló. En la actualidad la economía digital genera el 19 % del PIB, situándose como segundo segmento productivo. “El objetivo es elevar su participación hasta el 40 %”.
Un modelo digital en el que las competencias son claves. Artigas recordó que en España el 43 % de la población carece de las competencias digitales básicas, que es “como decir que hay un 43 % de analfabetos”. Una situación que es necesario revertir de manera drástica con el 80 % de la población formada a final de 2025, al menos básicamente en cuestiones digitales, gracias al plan nacional de competencias digitales, dotado con 3.800 millones de euros. “También necesitamos un 20 % de profesionales altamente cualificados en computación avanzada, en big data, en edge computing, en ciberseguridad, etc.”, alertó. Es un reto al que parece que hay que responder de manera local. “España necesita crear otra infraestructura de país, clave para aprovechar las oportunidades de la digitalización: el talento. Tenemos todo para ser competitivos porque somos una fábrica de talento, estamos siempre exportándolo; lo que aún no hemos encontrado es el entorno para desarrollarlo”.
Loa a la digitalización de la Administración
En estas lindes digitales, la secretaria de estado de digitalización e inteligencia artificial aseguró que durante la pandemia se operó en la Administración Pública un cambio sin precedentes, dando cumplida respuesta a la ciudadanía. “Nuestras infraestructuras de telecomunicaciones supusieron una ventaja competitiva. Fuimos el único país del mundo donde no cayó Neflix. Ni tampoco la Administración Pública”, comparó. «Pasamos de gestionar 5.000 trámites online a 90.000 al día gracias a trabajadores públicos que no habían nunca trabajado en remoto». Según las cuentas públicas digitales, España es el segundo país de Europa más avanzado en administración digital. “En nuestro país el 80 % de la ciudadanía ya opera con ella”.
Un positivo análisis que no esconde, obviamente, la enorme infraestructura tradicional en la que reposa el servicio público. “El sistema, que es muy robusto, ha envejecido muy mal. Todavía hay mucho legacy en la Administración Pública, que vamos a cambiar, pero no de la noche a la mañana; lo que resulta un problema”. Para solucionarlo, nada mejor que los 2.600 millones de euros que el gobierno destinará a la modernización de la Administración Pública.
El sector TIC, tractor
En su repaso al panorama digital, Artigas resolvió que la pyme española no está digitalizada. “Nos encontramos en una fase de adopción”, determinó. “Una pyme no lee el BOE ni está para rellenar un pliego; por tanto, debe ser las empresas tecnológicas, que son lideres en digitalización, las que se acerquen a las pymes para ayudarlas en la adopción de la tecnología”, apeló. “Necesitamos que el sector privado dinamice la sociedad”.
La economía del dato resulta esencial en esta tarea digital. “Hay que transformar a las empresas: los verticales desaparecen porque la tecnología es trasversal. Hay que escalar y trabajar en red; dos cosas que no han sabido hacer nuestras empresas”.
Artigas se refirió a la ley de startups, que se encuentra en proceso de elaboración, y que “es clave para la creación de nuevas empresas en España”.