Uno de los factores claves para que Oki haya recuperado su paso en el mercado español es la relación con sus socios. “El canal ha sido muy importante”, reconoció Tiago Caldas, director de canal de la marca en España. “Nos hemos mantenido como la primera marca en muchos de nuestros distribuidores tradicionales”.
La columna vertebral de la estrategia indirecta es el programa Shinrai, que ya cuenta con dos años de recorrido. “Es un programa flexible y simple”, asegura. El mapa de distribución en España está conformado por 8 mayoristas y más de 500 distribuidores repartidos entre los Executive (150 compañías), Premium (alrededor de 100) y el resto enclavados en la categoría Business. Junto a estos tres grupos, la marca va a potenciar el segmento de las artes gráficas con un canal especializado en este apartado y que no sumará más de 20 empresas. Caldas aseguró que una gran parte de la responsabilidad para conseguir el objetivo de crecimiento del 12,7 % del año fiscal en curso reposa en el trabajo con el canal. “Para crecer hay que estar con el canal”.
El programa de coste por copia de Oki, que identifica el negocio de los servicios gestionados, está desarrollado por sus socios Executive. Caldas presumió de programa y de seguimiento del mismo, no sólo por parte de los distribuidores TI sino también por los reprográficos. “Es un programa que no conlleva ningún riesgo para el canal, con mucho margen y que implica un plan competitivo para el socio, que puede añadir soluciones de valor añadido”.