“Las profesiones STEM son las más demandadas hoy en día y lo serán aún más en el futuro”, sentencia Eulalia Flo, directora general de Commvault en España y Portugal. Una demanda en alza que hace imprescindible que las mujeres se formen en disciplinas STEM para cubrir las vacantes y “para que tengan las mismas oportunidades de diseñar el futuro”.
Para Flo el sector está ante dos grandes retos, por un lado, “contar mejor cómo las STEM se están colando en todos los ámbitos humanos y despertar la curiosidad de los niños y niñas” y, por otro lado, cambiar la forma en la que se está promocionando estas disciplinas con el objetivo de “incluir la mirada femenina y la perspectiva de género. En ese sentido hay que dar voz a las mujeres que trabajan e investigan en ese ámbito”, explica.
Según el informe “Empleo tecnológico. Navegando los indicadores en España y en la Unión Europea 2021”, elaborado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), España tenía 144.000 mujeres especialistas TIC en 2020, lo que supone que tan solo un 20 % de los profesionales del sector TIC eran mujeres. Un dato bajísimo que se debe a la falta de mujeres graduadas en disciplinas STEM. Teniendo en cuenta que la Agenda España 2025 tiene como objetivo incrementar en 20.000 el número de especialistas TIC en los próximos años y que el sector TIC está batiendo récords en creación de empleo. ¿Cómo puede España fomentar el estudio de las carreras STEM entre las niñas y poner fin a esta brecha de género? ¿Cuál es el papel que deben jugar las instituciones públicas?
Las profesiones STEM son las más demandadas hoy en día y lo serán aún más en el futuro. Por eso es necesario que haya tantas mujeres como hombres que se capaciten para este tipo de trabajo. Resulta imprescindible para poder cubrir la demanda laboral, además de que sea de justicia que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades de diseñar el futuro.
Durante los últimos años creo que se están haciendo esfuerzos desde la educación primaria para fomentar que las niñas valoren las carreras STEM. Por ejemplo, el pasado 11 de febrero hubo colegios que celebraron el Día de la Mujer en la Ciencia, donde se expusieron proyectos en los que habían trabajado los niños sobre mujeres científicas cuyos logros quizás no hayan sido reconocidos como se merecían pero que han supuesto grandes avances. Queda el reto de contar mejor el proceso de profunda transformación en el que estamos sometidos para que los niños y niñas entiendan cómo las STEM se están colando en todos los ámbitos humanos y despertar su curiosidad.
La forma en cómo se promocionan las STEM también debe cambiar para incluir la mirada femenina y la perspectiva de género. En ese sentido hay que dar voz a las mujeres que trabajan e investigan en ese ámbito.
El compromiso de las compañías tecnológicas para motivar el estudio de carreras STEM entre las niñas es sólido. Además, en España varias de las grandes empresas del sector TIC están lideradas por mujeres, ¿por qué cree que, a pesar de los esfuerzos que hace el sector, siguen sin llegar los resultados esperados? Desde su punto de vista, ¿se les da la suficiente visibilidad a las mujeres líderes en el sector TIC para que sirvan de ejemplo a las niñas?
Al promocionar las STEM se cae demasiado a menudo en lo que se denomina “tecnosolucionismo”, en dar respuestas desde la tecnología y no desde el valor que pueden aportar a la sociedad. Es conocido que las niñas y las jóvenes son mucho más sensibles a decantarse por estudios que ayuden a solucionar los problemas reales del mundo. También entre los chicos se está viendo esta tendencia, por lo que hay que cambiar la forma en la que se divulga, no tanto de la ciencia por la ciencia, sino en cómo ayuda a resolver los retos que tenemos por delante como humanidad.
Al promocionar las STEM se cae demasiado a menudo en dar respuestas desde la tecnología y no desde el valor que pueden aportar a la sociedad
Por supuesto es bueno que haya más ejemplos a seguir y que las chicas tengan a mujeres de referencia en las que poder inspirarse. También es importante dar voz a esas mujeres, sobre todo si aportan esa diferencia de perspectiva, esa visión más holística de cómo sus contribuciones aportan resultados tangibles.
Sin embargo, el principal reto empieza mucho antes, desde la etapa preescolar. Hay un estudio de la revista Science que dice que las niñas a partir de los seis años ya empiezan a considerar que son menos inteligentes que los niños por cómo perciben los estereotipos de género en su entorno sobre acerca de qué actividades son propias de cada género. Por eso, resulta tan importante dejar que las niñas se ensucien, experimenten, se equivoquen, compitan por ser más rápidas, subir más alto y no solo fomentar su faceta de cuidadoras o de trabajo en equipo. Los juguetes que se eligen o las actividades lúdicas que se potencian son tanto o más importantes en esta etapa que cualquier programa de promoción de las STEM.
En el caso concreto de su compañía, ¿qué medidas tienen para impulsar la igualdad y promocionar la presencia femenina en puestos directivos?
El equipo directivo de Commvault tiene muy claro que la diversidad y la inclusión son fundamentales. De hecho, en los últimos años se ha incrementado, no solo el número de mujeres en la primera línea de dirección y en el consejo de administración, sino también el origen de las personas para adaptarnos a la diversidad del mundo en el que nos movemos.
En Commvault tenemos muy claro que la diversidad y la inclusión son fundamentales
Contamos con un programa de mentorazgo para impulsar la trayectoria de mujeres de alto potencial. Además, hace ya siete años que pusimos en marcha la iniciativa “Women in Technology” (CV WiT) una comunidad global cuyo objetivo es fomentar el avance de las mujeres en la tecnología mediante la creación de redes, formación y tutorías. En la actualidad cada región de Commvault dispone de un grupo WiT activo, que crece año tras año, centrado en capacitar a las mujeres y ayudarles a desarrollar sus carreras profesionales dentro de la empresa. Además, el grupo apoya distintas causas sociales para fomentar el interés de las mujeres en materias STEM.