La crisis sanitaria a la que se enfrenta el planeta ha obligado a muchas compañías de impresoras 3D a reorientar su estrategia. Han dejado a un lado las ventas de dispositivos y se han centrado en la producción de suministros sanitarios, tan necesarios para ayudar a la lucha contra la covid-19. Así se desprende de los últimos datos publicados por Context.
Chris Connery, vicepresidente de análisis global de la consultora, ha hablado de esta reorientación. “Al centrar los esfuerzos en la producción de suministros médicos muy necesarios, se ha alejado de la producción y venta de impresoras. Tras los débiles envíos en el cuarto trimestre de 2019, este reenfoque y las restricciones de oferta y demanda esperadas en las próximas semanas, parecen hacer de 2020 un año difícil para los envíos de impresoras 3D”, ha explicado.
Los expertos de Context han observado que los envíos de impresoras durante el trimestre han registrado cambios interanuales de menos 11 % en cuanto a impresoras personales. También en negativo son los datos de dispositivos de diseño, un menos 22 %, e industrial, un menos 23 %. La única categoría que ha cerrado en positivo este período es la profesional, con un 26 %.
Durante el 2019, el segmento profesional, experimentó un crecimiento de más 1 % en los envíos de impresoras industriales en comparación con 2018. Mientras que los dispositivos de diseño descendieron un 6 % y los personales disminuyeron un 11 %. En resumen, el único crecimiento interanual de 2019 se produjo en el sector profesional, en el que los envíos aumentaron un 16 %. Esta cifra positiva se debe, por un lado, al regreso a este sector de varias compañías de impresoras 3D. Y, por otro lado, a la unión de ciertas empresas que anteriormente solo se enfocaban en producir dispositivos personales.
Panorama 2020
Las previsiones para 2020, basadas en la información disponible a partir del 23 de marzo, muestran que los fabricantes de impresoras están evaluando los impactos de una cadena de suministro interrumpida. En los últimos años, los proveedores generalmente comenzaron con una perspectiva alcista y ajustaron lentamente su perspectiva de envío durante el año.
En estos difíciles momentos los proveedores están arrancando el año con una perspectiva negativa. Y es que, aunque los usuarios de cada clase de impresoras son diferentes, muchos de los mercados finales que son clave se están viendo afectados por los cierres y las ralentizaciones del trabajo. Esta incertidumbre se refleja en las previsiones. Donde se puede observar que los segmentos industrial y de diseño disminuirán los envío en un 4 % en 2020 con respecto a 2019.
A medida que la pandemia se controle y las economías vuelvan a la normalidad, existe un gran potencial para el mercado de impresoras 3D. Potencial que está siendo demostrado durante esta crisis sanitaria, en la que gracias a las impresoras 3D se ha podido responder de manera inmediata a las necesidades del sector sanitario.