Como director general de una empresa europea de análisis del mercado TIC, como es el caso de Context, a Jeremy Davies le interrogan a menudo acerca de cuáles serán las grandes tendencias en el mercado del PC. En este artículo, Davies reflexiona sobre la evolución del PC como dispositivo en las dos últimas décadas y el mantenimiento de la figura del sobremesa.
Cuando miro hacia atrás en los últimos 20 años y pienso en las próximas dos décadas, más que los cambios y las alteraciones, lo que más me ha llamado la atención es el nivel de continuidad en el ámbito empresarial.
Desde los primeros días de los ordenadores, sin duda, hemos sido testigos de un gran cambio. En el ámbito de la empresa, hemos pasado hace tiempo de los sistemas fijos y monolíticos de la era del mainframe a los PCs más ligeros conectados a Internet del modelo ”client server”. Hoy nos encontramos en la cúspide de un nuevo mundo: la nube, con la perspectiva de los escritorios virtualizados y el acceso a la red corporativa desde una multiplicidad de potentes dispositivos móviles.
La gente siempre quiere saber si la popularidad de la tableta posiblemente significará la muerte del ordenador portátil tradicional o si ha llegado el último día para los ordenadores de sobremesa. Las tabletas siguen disfrutando de unas altas tasas de crecimiento en España —un 114,9 % de crecimiento anual en el tercer trimestre de 2013 y un 188,6 % de crecimiento anual en el segundo trimestre de 2013—, pero no creo que esto vaya a seguir sucediendo en un futuro próximo. El PC ha crecido desde su debut a principios de 1980 y se ha fragmentado en toda una amplia familia de dispositivos —sobrinas, sobrinos, nietas e hijos—. Sin embargo, la llegada de las tabletas, de los dispositivos híbridos y convertibles o de los teléfonos inteligentes no significa la desaparición de los PCs tradicionales. Simplemente indica que el mercado está agitándose y empezamos a ver los diferentes dispositivos comprados por los usuarios de acuerdo a sus gustos y necesidades.
Una cosa es segura: la vieja imagen del PC como el gran unificador —la máquina fija donde los niños podían jugar a los videojuegos y papá podía construir sus hojas de cálculo— se ha terminado. Sin embargo, en el mercado empresarial el cambio está ocurriendo a un ritmo mucho más lento que en el espacio de consumo, donde las inversiones son más pequeñas y las preferencias personales y tendencias de la moda predominan. En las empresas el ordenador de sobremesa seguirá siendo relevante hasta bien entrada la próxima década. Sí, las ventas se han visto afectadas recientemente en España debido a las penurias económicas de la recesión. Sin embargo vemos empresas que empiezan a invertir de nuevo gracias a la recuperación de la economía y la necesidad de actualizar Windows XP en abril de 2014. Por ejemplo, los equipos de sobremesa profesionales vendidos por la distribución española tuvieron un crecimiento de un 5,4 % en el tercer trimestre de 2013, frente a un descenso del 10,2 % en el segundo trimestre de este año.
Mientras que los ordenadores de sobremesa permanecerán, el resto de máquinas de diferentes formatos tardarán en establecerse e incluso, entonces, más que como un reemplazo del ordenador de sobremesa tradicional, se sumarán como nuevos dispositivos. Sí, el fenómeno del BYOD es real y una tendencia importante; que dará lugar a un número creciente de smartphones corporativos y, posiblemente de tabletas, pero sin duda no va a significar la muerte del ordenador de sobremesa.
Las tabletas se utilizan en ciertas industrias —recepcionistas de hotel, profesionales de la salud e incluso profesores— pero la introducción en la empresa ha sido lenta. Esas impresionantes estadísticas de crecimiento fueron casi completamente relacionadas con las ventas al consumidor. Las tabletas dirigidas específicamente a las empresas representan sólo el 0,5 % del total de ventas de estos dispositivos a través de la distribución española en el tercer trimestre de 2013. Las empresas están probando estas máquinas y muchos se dan cuenta que simplemente no ofrecen un aumento de la productividad a un precio lo suficientemente bajo como para justificar grandes inversiones. Si necesitan un portátil de gama alta, los administradores de TI recomendarán generalmente un ultrabook en lugar de un híbrido innovador. No es ninguna coincidencia que el portátil tradicional haya sobrevivido tanto tiempo, simplemente funciona en la mayoría de los usos profesionales.
Otro tema del que se habla en la actualidad como tendencia es la tecnología portátil. Google Glass y otros proyectos que se promocionan en este momento están en una fase embrionaria. Aunque los grandes proveedores de PCs aseguran que están invirtiendo mucho, lo dicen para no quedarse atrás; ya que tendrán que pasar al menos 20 años para ver si despegan. Si la tecnología portátil llega a consolidarse será, en primer lugar, en el espacio de los consumidores. El eslogan para la tecnología de la empresa, si intentamos vislumbrar las próximas dos décadas será, como siempre, la precaución y la continuidad.