El precio, la falta de claridad que presentan las tiendas online y otros escollos hacen que el 84 % de los españoles que decide comprar algo por Internet desista. Es un dato que arroja un estudio de Nominalia que también asegura, con los resultados en la mano, que el 86 % de los españoles reconoce que ya ha hecho, al menos, una compra online. Entre los compradores, un 71,5 % asegura adquirir bienes o servicios en Internet con cierta frecuencia, mientras que el 23,5 % lo hace con asiduidad. Solo un 5% lo hace de forma esporádica.
Ese altísimo 84 % que decide interrumpir la compra señala el amplio margen de mejora que tienen las tiendas online. También el precio pesa, y mucho, ya que un 53,1 % de los internautas ha cancelado una compra porque cree que al final del proceso el coste se ha elevado por encima de lo que está dispuesto a pagar (consecuencia de los gastos de envío y otros costes de gestión). El 24,3 % cree que hay falta de claridad en el proceso.
En el lado de la confianza se sitúa el hecho de que el 76,2 % valora la fiabilidad de los métodos de pago, en concreto, la posibilidad de abonar la compra con PayPal. Además un 49 % de los usuarios cuenta con tarjetas monedero o destinadas de forma exclusiva a comprar a través de Internet.
La confidencialidad y la seguridad de la página web son claves. El 45 % de los usuarios estima, como garantía de confianza, que su navegador muestre distintivos de seguridad.
Entre los datos curiosos, que muestran el carácter de los españoles, 7 de cada 10 confía más en un e-commerce si éste dispone también de establecimiento físico.
Lo que parece ser una realidad es el crecimiento del comercio online en nuestro país: en 2015 se contabilizarán cerca de 11.000 millones de euros a través de esta fórmula, lo que supone un incremento del 18,6 % respecto a 2014. En 2016 la cifra que se baraja se sitúa en torno a los 13.000 millones de euros.