Hace apenas un puñado de años, arrancar un centro de datos y poner en marcha un servicio era una tarea ardua y requería la intervención, sesuda, de un buen número de expertos. Ahora, con la colonización de la inteligencia (también llamada software) en este entorno, a través de estrategias varias y productos diversos, la tarea se ha desprendido de grandes dosis de complejidad. La última incursión en esta filosofía la ha protagonizado el dúo conformado por Fujitsu y VMware, que han presentado un appliance compuesto por el Primergy CX2550 M1 de los nipones y el software EVO:RAIL de los americanos, que se presenta como una solución apuntada a lo conocido como “infraestructura superconvergente” que, en el lenguaje de los chips, se traduce como “un conjunto en el que todo está definido por software”, especificó Alejandro Solana, director técnico de VMware. Un todo en el que no sólo entra lo “tradicional” (cómputo, almacenamiento y redes) sino, también, y he aquí, la clave, también la gestión. “En 15 minutos puede estar funcionando”, aseguró.
Mucho más sencillo
Este appliance parece que no aguanta la comparación, en términos de flexibilidad, simplicidad y certificación, con las soluciones construidas a partir de diferentes piezas. “No se trata de un lego”, reiteró Sergio Reiter, product manager de servidores de Fujitsu, “sino que está concebido, de manera nativa, por lo que todos sus elementos están perfectamente validados y certificados”, relató. “Y además, si hay algún problema, cuenta con un único punto de soporte”. Un appliance que, según predice el responsable, permite que determinados elementos que pueden estar ubicados en sistemas propietarios puedan “migrar a este nuevo escenario”.
El dúo insistió en las bondades de este appliance en el camino que recorre una empresa hacia la nube. “Facilita las decisiones empresariales de qué cargas deben residir en un entorno público y cuáles en uno privado”, explicó Solana. “Y en un solo golpe de ratón”. En definitiva, se trata de “disfrutar de las ventajas que presenta la nube pública en un entorno privado”.
Los entornos que mejor se adaptan a esta opción se relacionan con el despliegue de los escritorios virtuales, la gestión de oficinas remotas o el desarrollo de infraestructuras de nube privada. “Hay una simplicidad en todo el proceso de despliegue, de principio a fin”, insistió Reiter. “Se optimiza el hardware y los costes asociados a su mantenimiento”.
No es Fujitsu el único partner de hardware que se ha camelado a VMware con su EVO:RAIL, sin embargo Reiter asegura que son los únicos que llevan tres meses haciendo pruebas piloto en los clientes. “Lo que nos proporciona, sin duda, una mayor experiencia cuando un cliente nos lo demande”.