El mercado de la reparación de smartphones y tabletas alcanzó los 750 millones de euros en 2018 y este año sigue al alza. El potencial de este negocio lo supo ver el grupo Prink, que en 2017 compró la marca italiana iRiparo, especializada en este tipo de reparaciones, para aprovechar esta oportunidad de negocio e impulsar la profesionalización de este segmento.
“El mercado de la reparación de móviles y tablets hasta el momento en el caso de terceros no ha estado muy profesionalizado; no en el de los servicios técnicos oficiales que hasta ahora era donde se podía hacer este trabajo. En servicios de terceros han proliferado muchas tiendas de pequeñas reparaciones en entornos poco fiables”, explica Carlos Sánchez, director de expansión de iRiparo.
La demanda de los clientes de un punto de venta o de un taller donde reparar los teléfonos móviles con la garantía de calidad y un servicio óptimo fue lo que originó la cadena de tiendas iRiparo. “El nicho del mercado en el que estamos es el de los clientes que han invertido en un teléfono móvil. Hablamos de teléfonos por encima de 500 euros, aunque reparamos cualquier tipo de smartphone”, destaca Sánchez.
El objetivo del grupo es que el cliente tenga la seguridad de que su dispositivo va a ser bien tratado, con las piezas adecuadas, con un estándar de calidad alto y con la garantía de un año en todas las reparaciones “Estamos dando seguridad, fiabilidad y estamos intentando instalar una marca de referencia en el sector”.
Consolidación de la marca
El trabajo para asentar la marca se basa en la experiencia de 18 años de Prink en la gestión del punto de venta, apoyando a cada franquiciado en todos los aspectos, proporcionándole formación, soporte y herramientas para garantizar el servicio. “Hemos hecho un esfuerzo grande en la mejora de la calidad de las piezas, que es un tema fundamental”, apunta el responsable.
El objetivo de la firma es que el franquiciado solo se preocupe de convencer al cliente de que es el mejor punto de venta para hacer la reparación de su dispositivo, ya que del resto se encarga la central.
El primer paso para extender sus puntos de venta ha sido ofrecer a todas las tiendas de la cadena Prink la oportunidad de participar en este negocio a través de dos modelos: el córner y la franquicia exclusiva.
En la actualidad, hay casi 70 puntos de venta abiertos. La mayoría son córneres dentro de las tiendas que formaban parte del grupo, aunque también se están sumando a la cadena nuevos establecimientos combinados con Prink o exclusivas de iRiparo. “Son dos negocios especialistas que se pueden combinar perfectamente”.
La red tiene 6 tiendas exclusivas de iRiparo, aunque no existen diferencias significativas entre los servicios que prestan frente al corner. “Una tienda exclusiva tiene una mayor cantidad de productos, pero los servicios que ofrece respecto a un córner iRiparo son los mismos en la mayoría de las ocasiones”.
En cada punto de venta se ofrece la reparación de smartphones y tabletas, que es su core business. Además, vende accesorios de telefonía y teléfonos reacondicionados de la marca Apple —para los que también ofrece un año de garantía. La venta de estos últimos es “muy buen reclamo para generar expectativas en el negocio”, subraya el responsable de expansión de iRiparo.
Este portfolio se completa con servicios para hacer diagnosis del estado del teléfono.
Fortalezas
Las principales fortalezas de los puntos de venta frente a otros centros de reparación de la competencia es su imagen, que transmite profesionalidad, y la formación de los técnicos que les habilita para hacer todo tipo de reparaciones. En este momento están centrados en reparaciones de nivel 1, en las que solo se cambia una pieza y no hace falta ningún tipo de microsoldadura, y en el nivel 2, que implica procesos más complejos; aunque su intención es llegar al nivel 3, que es el requiere más conocimientos técnicos y herramientas.
Al mismo tiempo, la garantía de un año que ofrece en todas las reparaciones es otro de los rasgos diferenciales de iRiparo. Y para que aún sea mayor las diferencias con otros servicios de reparación, la central está trabajando para impulsar el negocio de los puntos de venta abriendo otras vías de ingresos. “Estamos cerrando acuerdos con empresas para que reparen sus teléfonos en la cadena iRiparo”, anuncia el directivo.
Objetivos y planes
La central confía en la rentabilidad de este negocio y su intención es abrir entre 250 y 300 puntos de venta en los próximos tres años, gracias al potencial de este mercado debido a que España es uno de países europeos en los que más teléfonos móviles hay per cápita y uno de los tres en los que más se rompen los teléfonos. Su foco en el nicho de mercado de las reparaciones de smartphones entre 500 y 1.000 euros, el ciclo de renovación más largo que augura más reparaciones y la buena acogida de este negocio entre los puntos de venta de Prink sustentan su previsión de expansión.
En paralelo está desarrollando una estrategia similar en el ámbito internacional, ya que está presente en Italia, Finlandia, Francia, Suiza y Andorra. Y está comenzando a operar en Portugal.
Al mismo tiempo, la central planea consolidar la estructura de puntos de venta en el mercado español, aumentando los servicios que prestan a los franquiciados para asumir el crecimiento que esperan tener.
Ventajas
Al franquiciado le ofrece un proyecto llave en mano, elaborado por la central, que incluye diversas ventajas como la formación continua, el soporte de un área manager que les asesora, y soporte técnico online. Este último apartado, a juicio de Sánchez, es una de grandes bazas de la cadena, ya que aunque el franquiciado no tenga el conocimiento suficiente para abordar una reparación de nivel 2 ó 3, este soporte les ayuda para que puedan llevar a cabo este tipo de reparaciones más complejas.
A estos beneficios se suma el apoyo en marketing y publicidad con el que quieren alcanzar un posicionamiento similar al que tiene como marca Prink. “Nuestro objetivo es dar un peso a la marca específico”, avanza el directivo.