La crisis sanitaria a la que se enfrenta el planeta ha obligado a muchas compañías de impresoras 3D a reorientar su estrategia. Han dejado a un lado las ventas de dispositivos y se han centrado en la producción de suministros sanitarios, tan necesarios para ayudar a la lucha contra la covid-19. Así se desprende de los últimos datos publicados por Context.
Según el análisis de la consultora los envíos de impresoras durante el primer trimestre han decrecido un 11 % en lo que refiere a los dispositivos personales. También experimentaron retrocesos los dispositivos de diseño (un 22 %) y las máquinas industriales (un 23 %). La única categoría que ha cerrado en positivo este período es la profesional, que creció un 26 %.
A medida que la pandemia se controle y las economías vuelvan a la normalidad, existe un gran potencial para el mercado de impresoras 3D. Potencial que está siendo demostrado durante esta crisis sanitaria, en la que gracias a las impresoras 3D se ha podido responder de manera inmediata a las necesidades del sector sanitario. Numerosas empresas y colectivos han puesto en marcha diferentes iniciativas para intentar contribuir en la lucha contra la pandemia.
Empresas tecnológicas
HP, con la colaboración de su comunidad de fabricantes digitales, ha puesto en marcha toda su maquinaria de impresión 3D para luchar contra la covid-19. El objetivo de esta iniciativa es conseguir dotar a todos los hospitales del mundo de unas piezas médicas impresas en 3D que cumplan con los estándares de calidad y seguridad. Las primeras aplicaciones que han empezado a validar y producir son: abridores de puerta con manos libres, ajustadores de mascarillas y protecciones faciales. Asimismo, la compañía ha colaborado con el Hospital Príncipe de Asturias, ubicado en Alcalá de Henares (Madrid), en la fabricación de un circuito respiratorio con el cual se mejora la oxigenación de los pacientes con coronavirus. Se trata de una pieza clave que permite la unión de una alargadera de oxígeno, una mascarilla de aerosol, una bolsa de reservorio y un filtro antibacteriano con una válvula PEEP.
Otra de las compañías que ha querido poner su granito de arena ha sido Ticnova. Varias tiendas gestionadas por el distribuidor están fabricando viseras sanitarias homologadas gracias a sus impresoras 3D. Para apoyar la iniciativa la compañía esta ofreciendo a las tiendas involucradas bobinas de filamento PLA gratuitamente. Tal es el compromiso que algunos responsables se han llevado las impresoras a casa para conseguir mayor nivel de producción.
Sector de la automoción
En la lucha contra la covid-19 el sector del automóvil no se ha querido quedar atrás y han estado al píe del cañón colaborando. Algunas empresas han llegado a reinventar su cadena de fabricación, es el caso de la española SEAT. En la fábrica de la compañía durante unas semanas no se han producido coches, sino respiradores de emergencia a partir de la adaptación del motor de los limpiaparabrisas.
El dispositivo, denominado OxyGEN, ha sido autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. La producción de este respirador de emergencia se ha realizado en la línea de montaje del SEAT León y cuenta con más de 80 componentes electrónicos y mecánicos. Además, pasa un exhaustivo control de calidad con esterilización de luz ultravioleta. En el proceso de industrialización, liderado por SEAT, han colaborado otras entidades como Protofy, OxyGEN, HP, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, la Universidad de Barcelona y varios centros hospitalarios, entre muchos otros.
En estos momentos SEAT también está trabajando y analizando la viabilidad de otros proyectos que la compañía espera comunicar una vez que hayan pasado todas las pruebas sanitarias y se obtenga la autorización por parte de las autoridades correspondientes. De esta manera el fabricante muestra su firme compromiso para ayudar tanto al sistema sanitario como a sus profesionales.
Renault también ha querido contribuir a la lucha contra la covid-19 y ha fabricado pantallas de protección. Esta acción ha sido posible gracias a más de 160 empleados de la compañía que han puesto a trabajar sus impresoras 3D particulares, pero también las que Renault tiene en sus laboratorios de Palencia, Valladolid y Sevilla.
Los trabajadores han estado fabricando estas mascaras las 24 horas del día y en mes han conseguido entregar 50.000 en hospitales, residencias de mayores, supermercados, farmacias, protección civil y policía de una veintena de localidades.
Coronavirus Makers
Coronavirus Makers es una iniciativa ciudadana, organizada por las Comunidades Autónomas, que está formada por voluntarios y particulares que fabrican material de protección en sus casas mediante impresoras 3D. Esta acción solidaria arrancó como un pequeño grupo de voluntarios comunicados a través de Telegram. Actualmente reúne a más de 16.000 usuarios registrados con perfiles muy variados, como sanitarios, ingenieros, profesionales de la logística, comunicadores, universidades y muchas otras iniciativas públicas y privadas, siempre sin ánimo de lucro.
A principios de abril la estructura de Coronavirus Makers había conseguido fabricar más de 350.000 pantallas de protección, las cuales han sido repartidas por hospitales y centros sanitarios de toda España. Actualmente, los voluntarios de esta iniciativa siguen trabajando para desarrollar nuevos dispositivos de protección y mejorar los modelos ya existentes. Pero también están elaborando un modelo de respiradores electromecánicos y mantienen contacto continuo con los profesionales médicos para estudiar la fabricación de otros dispositivos útiles en estos momentos y que se puedan llevar a cabo con impresoras 3D.