La filial ibérica de Check Point está por encima de los objetivos de negocio que se marcaron a principios de año. “2018 ha ido muy bien”, asegura Mario Garcia, director general de la compañía en España y Portugal. Ahora bien, puntualiza que aunque el crecimiento de la seguridad es enorme, sigue existiendo mucha desprotección ya que muchas empresas siguen sin actualizar o renovar su tecnología de seguridad que, en muchos casos, tiene cuatro o cinco años. “Mucha gente cambia de teléfono cada año y, sin embargo, no renueva su seguridad cuando ésta ha evolucionado de manera mucho más rápida que la telefonía”.
En lo que se refiere a la situación concreta de la pyme, ésta no ha sufrido, a su juicio, ninguna variación significativa. “Algunas sí que han invertido en el puesto de trabajo con soluciones más avanzadas pero la mayoría sigue sin estar adecuadamente preparada para repeler un ataque relativamente potente. En España las pymes siguen cayendo en el ransomware o en los distintos ataques que se producen. Y continúan pensando que a ellas no les va a pasar”.
En 2017 la compañía reforzó su estructura de canal en la zona ibérica, redefiniendo mejor con quién se trabajaba y la manera de trabajar con cada uno de los socios. En 2018, explica García, el trabajo se ha centrado en ejecutar este plan. “Hay un reto enorme en torno al conocimiento y a la transformación del TI de las empresas hacia tecnologías como la nube o el software como servicio”, analiza. “Y hace falta socios que sean capaces de trasladar a los que toman las decisiones en las empresas cuál es el impacto de la seguridad”.