Es uno de los segmentos tecnológicos más tradicionales pero no por ello deja de mantener su expansión y su desarrollo. En los datos, a pesar de los años, sigue residiendo el valor de las empresas y, por ello, es básico forjarles una residencia adecuada y blindarles una perfecta seguridad. Empresas como Fujitsu, Hitachi Data Systems, HP e IBM, con una larga tradición en este apartado, siguen defendiendo su carácter estratégico en sus negocios y su capacidad de crecimiento.
Panorama de mercado
Según datos de la consultora Gartner el pasado año el negocio vinculado con el almacenamiento descendió un 5 % en España; una cifra que contrasta con el crecimiento del 20 % de la capacidad que marca el número de TB instalados. ¿La razón? Lógica. El descenso del precio del TB que, según todos los augurios, seguirá agudizándose en los próximos años: si ahora su precio ronda los 700 euros, se prevé que en 2018 se sitúe en los 240. “Las empresas han contemplado como a medida que crecen los datos también disminuían sus presupuestos”, relata Carmen Pérez, jefe de producto de almacenamiento de Fujitsu. “Un hecho que ha provocado que no hayan podido cubrir toda la capacidad que necesitaban, lo que nos ha exigido a las marcas ofrecerles soluciones con un componente más ingenioso, para seguir dando servicio a las unidades de negocio sin que el presupuesto se disparara”.
Un crecimiento de los datos impulsado, sobre todo, por las nuevas formas de relación con los clientes, apoyadas en las tecnologías “sociales” y la explosión de la movilidad. “Las capacidades que tienen los clientes para explotar esos datos cada vez son mayores”, recuerda Tomás García, director de almacenamiento de IBM España, Portugal, Grecia e Israel. “El almacenamiento se está trasladando a un área de mayor valor, impulsado por las tecnologías de almacenamiento definido por software y la tecnología flash”, remata.
Un mercado en el que el consumidor es cada vez más exigente. “Lo que es bueno para la competitividad y para extraer las máximas capacidades de I+D de todos los proveedores”, valora Daniel Olaso, storage manager specialist de Hitachi Data Systems Iberia. Lógicamente, reconoce cómo se han disparado los datos. “En muchos segmentos están incluso descontrolados y el usuario exige una gestión adecuada sobre ellos, lo que abre áreas de oportunidad”. En la tarea de buscar alternativas financieras, Olaso recuerda el valor que están cobrando los planteamientos de OPEX. “El cliente no se plantea cuánto le va a suponer la adquisición inicial sino cuándo va a obtener un retorno de esa inversión y cuánto tiempo va a utilizar esa tecnología”.
Es un panorama en el que, como confirma Sara Martínez, jefe de producto de la unidad de negocio de almacenamiento de HP, los clientes quiere hacer más con menos. “Debe llevar a cabo inversiones más eficaces a través de una tecnología más eficiente”. A su juicio, vivimos un momento, “muy interesante”. “Contamos con herramientas suficientes que permiten desplegar una red de almacenamiento de manera mucho más sencilla”.
El software define al almacenamiento… ¿Y el hardware?
Al igual que ha sucedido en otros segmentos tecnológicos también el software ha aterrizado en el almacenamiento. La capacidad de las empresas se ha desbordado y ya no vale, para cubrir esa necesidad, ubicar discos, discos y … más discos. “La gestión se complica y el reto es hacerla más amigable”, relata Carmen Pérez, de Fujitsu. “Y la opción es el software: hay que ir creciendo en almacenamiento de una manera escalonada y controlada”.
En el caso de IBM, el almacenamiento definido por software es la clave para el futuro. Tomás García recuerda que fue en 2009 cuando se produjo la explosión de los proyectos de virtualización de almacenamiento. Ahora, combinado con la evolución de la tecnología flash alcanza una nueva dimensión. “Es posible mejorar el rendimiento de manera muy importante para aquellas aplicaciones que así lo requieran y, al mismo tiempo, se reduce el coste, combinando la tecnología flash con discos de mayor capacidad y la inteligencia del software por encima”.
Incluso es una fórmula que abre el abanico de clientes. “Representa una oportunidad en todos aquellas empresas que no abordaban una estrategia de almacenamiento porque les resultaba muy complicada de gestionar”, explica Sara Martínez, jefe de producto de la unidad de negocio de almacenamiento de HP. “De cualquier manera debe convivir el dato físico con la abstracción de la capa de gestión. Sin olvidar la armonía de esta capa de software con las aplicaciones”.
Ante este reinado del software, queda por analizar cuál es el papel estratégico que cumple el hardware. Carmen Pérez, de Fujitsu, reivindica su validez con una sentencia inapelable: el dato debe residir en algún lugar. “Y la solidez de la plataforma es muy importante ya que los datos identifican la información más crítica para las empresas; hay que tenerlos en un lugar seguro”. Reconoce que el software ha incrementado su importancia aunque añade otro elemento a la terna: la integración. “El reto es conseguir integrar hardware y software de manera que resulte sencillo y transparente para el cliente”.
También IBM defiende el valor del hardware y presenta la inversión que realizan en torno a este asunto como el mejor refrendo: 4.000 millones de dólares. “El desarrollo de las aplicaciones relacionadas con la analítica y el cloud exigen que los sistemas de hardware den un paso más. Y esto requiere inversión y desarrollo”, razona Tomás García.
Es un elemento, por tanto, clave. “En el centro de datos el hardware sigue siendo muy importante”, afirma Sara Martínez, de HP. “Debe dar soporte a todas las capas de software”. E insiste. “No es un commodity: los clientes siguen valorando todas las capacidades adicionales que los proveedores damos en esa capa de hardware. Incluso puede ser un elemento diferencial a la hora de tomar decisiones”.
Daniel Olaso, storage manager specialist de Hitachi Data Systems Iberia, encuentra algún entorno en el que el hardware puede cobrar un cierto espíritu de commodity, como puede ser el big data. “Salvo en este ámbito; el hardware, de commodity, nada de nada”, insiste. “El software no es magia, debe correr bajo alguna plataforma. El hardware debe seguir cumpliendo con sus funciones tradicionales, pero mejor; dando más rendimiento a las aplicaciones y soportando todas las capas de software”.
Factores de crecimiento: big data y movilidad
El ascenso del almacenamiento lleva impreso dos nombres destacados: el big data y la movilidad. En el primer caso, la implantación del repetido fenómeno del big data ha alcanzado en una primera fase a las grandes empresas. “Los bancos y los medios de comunicación han sido los primeros en adoptar tecnologías de big data”, relata Carmen Pérez, de Fujitsu. “Los responsables de gestionar el almacenamiento en las empresas no tienen una formación muy sólida en big data y les está costando dar el paso. Las grandes empresas ya cuentan con un departamento propio encargado de gestionarlo; pero en el resto de las empresas, los proveedores debemos ayudarles a dar el paso”. Sara Martínez, de HP, añade a esta lista de precursores a las telcos. “Lo han adoptado para detectar el fraude en tiempo real, lo que repercute directamente en su rentabilidad”, explica. “El big data ya es una realidad: todos los clientes se preguntan qué hacer con toda la información no estructurada”.
Parece claro, entonces, que las grandes empresas hablan ya este lenguaje. “Ya han pasado de la fase de exploración a la de ejecución mientras que las más pequeñas todavía están en esa primera fase”, apunta Tomás García, de IBM. “Ahora bien en todas ellas, cualquiera que sea su tamaño, aparece el big data en sus planes estratégicos”, puntualiza. El gigante azul ha llevado a cabo un estudio a nivel mundial analizando las opiniones de 750 compañías y menos del 10 % declaraba sentirse preparada para abordar los retos del big data. “Hay mucho por hacer”, remata.
Los proveedores dejan claro que el “fenómeno” del big data va mucho más allá de las herramientas de inteligencia de negocio. “Representa un problema mucho más complejo aunque el fin sea el mismo: dar más valor de negocio a los datos que se almacenan”, explica Daniel Olaso, de Hitachi Data Systems. “Estos datos son heterogéneos; por tanto la analítica es mucho más compleja ya que se trabaja con más entornos y más tipos de información”.
Junto al big data, la movilidad es el otro apartado que tira del almacenamiento. Olaso recuerda que uno de los aspectos claves en el desarrollo de la movilidad es la seguridad, a la que otorga el carácter de quid de la cuestión. “Lo primero que se plantea una empresa en su estrategia de movilidad es la seguridad; un aspecto que compete a todos los elementos. Cualquier eslabón puede fallar: las redes de comunicaciones, la aplicación del dispositivo, el centro de datos, etc.”. También se ha avanzado en este apartado. “Hace tres años los clientes no se preocupaban de los dispositivos móviles y ahora sí; ya que se accede a través de ellos a todo el entorno”. A juicio de Olaso, el elemento que más dudas plantea en el tema de la seguridad son las redes de comunicaciones. “Hay muchos protocolos heterogéneos, muchas marcas,… Es demasiado heterogéneo como para ser suficientemente seguro”, opina.
Para Tomás García, la seguridad es un activo y una oportunidad para los grandes proveedores. “El mainframe, que ha cumplido 50 años, es la única plataforma que nunca ha sufrido un virus ni un ataque de seguridad. Esa experiencia la hemos trasladado a otras plataformas de almacenamiento”.
¿Y la Ley Orgánica de Protección de datos? ¿Ha sido un freno o una oportunidad para los proyectos relacionados con el almacenamiento y el big data? Sara Martínez, de HP, está convencida de que ha tornado en una oportunidad. “Nos ha permitido guardar la información durante más tiempo, lo que exige mejores sistemas de almacenamiento”. Carmen Pérez, de Fujitsu, presenta idéntica opinión. “La ley no supone un freno al desarrollo de proyectos de big data. La protección de datos es esencial y no va a suponer un problema al desarrollo de los proyectos”.
El canal, fundamental
Los cuatro proveedores hacen pleno con el canal: es clave en el desarrollo de este mercado. Pero no han sido fáciles los últimos tiempos para él. Carmen Pérez, jefe de producto de almacenamiento de Fujitsu, asegura que los socios más especializados de la marca han superado mejor este periodo. “Los que han salido, lo han hecho siendo más fuertes”. Una afirmación en la que coinciden todos. “Los más fuertes en su relación con los clientes, capaces de aportar valor, han pasado la crisis razonablemente bien”.
¿Y qué valor? “El quid de la cuestión es que lo aporte de dos maneras: estando cerca del cliente, sabiendo lo que éste necesita, y planteándole implantaciones de soluciones completas. Y contar con un conocimiento exhaustivo de las aplicaciones que corren sobre la plataforma”, explica Daniel Olaso, de Hitachi Data Systems.
También el canal de HP ha aguantado el tirón e incluso ha aumentado el número de compañías que se han integrado en él. “El almacenamiento es pieza clave en nuestra estrategia de infraestructura convergente; un peso que se comparte con el canal”.
Hay oportunidad para proveedores… y canal
Los analistas aseguran que el mercado global del almacenamiento crecerá un 30 % en los próximos 5 años a nivel mundial. Una cifra, ¿trasladable a nuestro país? “En cuanto a ganas y necesidad, sí”, asegura Daniel Olaso, de Hitachi Data Systems. “Aunque vivimos un momento complicado en España, el mercado va a crecer, aunque quizás un poco menos”.
Un crecimiento que se experimentará, según Carmen Pérez, de Fujitsu, en los entornos de las medianas y las pequeñas empresas. “Ahí es donde están las máximas oportunidades”.
Un entorno, sobre todo el de las medianas cuentas, en el que ha destacado la innovación de los proyectos. “Hay algunos que parecen inauditos por su alto nivel tecnológico”, asegura Sara Martínez, de HP, que recuerda que los interlocutores en las empresas ya no son sólo los responsables de tecnología. “Ahora hablamos también con los responsables de marketing o los financieros, por ejemplo”.
¿Y en el ámbito de la Administración Pública? A juicio de este ramillete de proveedores, está despertando en todos los ámbitos. Carmen Pérez, de Fujitsu, recuerda que está inmersa en un proceso de centralización y racionalización. “En ocasiones sale más rentable renovar la infraestructura que seguir pagando un mantenimiento, con los costes energéticos que supone mantener equipos antiguos; por tanto muchas administraciones están abordando una transformación”.
La “profesionalización” también ha alcanzado a los responsables públicos de tecnología. “Saben comprar mejor”, asegura Daniel Olaso, de Hitachi Data Systems. “Es necesario renovar las bases instaladas y los CIOs de la Administración Pública se plantean opciones que antes eran impensables. Los ciudadanos esperamos mejores servicios lo que obliga a los gestores públicos a desarrollar proyectos en los que se va más allá de un mero almacenamiento y en los que aparecen temas de movilidad o consulta web, por ejemplo”.
En definitiva, el panorama se torna optimista. “Hay muchas oportunidades de crecimiento para las marcas y para el canal”, resume Carmen Pérez, de Fujitsu.
Tomás García, de IBM, encuentra elementos objetivos para ser optimistas. “Los datos crecen día a día, son la materia fundamental para las empresas, que los utilizan cada vez más para el negocio”, razona. “El almacenamiento se está moviendo a espacios de mayor valor gracias al software y a la tecnología flash”.
El auge de los sistemas integrados
Son unos de los nuevos reyes del mercado de almacenamiento. Los sistemas integrados, por facilidad de instalación y mantenimiento, se han convertido en las opciones preferidas para algunos clientes y entornos. “Con los sistemas integrados se proporciona una solución cerrada, una arquitectura de referencia que tiene todos los elementos de misión crítica y que permite que el cliente deba alargar durante muchos meses una implantación”, explica Daniel Olaso, de Hitachi Data Systems. “Tienen un enorme valor”.
Como completa Sara Martínez, de HP, estos sistemas permiten contar con todo engranado, integrado con las aplicaciones de terceros, con los sistemas de comunicaciones y de redes; muy útiles en entornos de virtualización. “Y en entornos de nube también es muy importante. A muchos clientes les resulta difícil dar el salto a la nube y con estos sistemas es más sencillo. En menos de 20 días el cliente cuenta con una solución de nube, de cualquier sabor”.
Para Carmen Pérez, de Fujitsu, se trata de simplificar la vida a las empresas. “Estos sistemas permiten abordar proyectos que antes no era posible por la duración de las implantaciones o por el coste del mismo”, puntualiza. “Y aún más en época de crisis hay que acudir a las empresas a hablar de negocio, no de cuántos terabytes necesita”.
La explosión de la tecnología flash
No es una tecnología nueva pero sí que cuenta ahora con un mayor protagonismo. Si hasta hace poco la tecnología flash convivía con los sistemas de almacenamiento tradicionales, en forma de productos “híbridos”, para permitir una mayor aceleración en los mismos, desde hace tiempo algunos proveedores ya cuentan con productos 100 % basados en tecnología Flash. ¿Las ventajas? Ofrecen un mejor marco de funcionamiento a aquellas aplicaciones que demandan más rendimiento y suelen ser sistemas más eficientes desde el punto de vista del consumo energético y el espacio que ocupan en el centro de datos.
Ahora bien, hay mercado para todo tipo de opciones. Los desarrollos alrededor de flash tienen un propósito más específico mientras que los productos híbridos alcanzan un entorno más general. Sara Martínez, de HP, cree que es el momento de la tecnología flash. “Los clientes ya están preparados en España”, asegura. La compañía, que ya dispone de una cabina nativa con esta tecnología, ha lanzado un programa especial con el objetivo de potenciar su desarrollo e implantación. “Carpe Diem”, aconseja. “Hay que aprovechar el momento: hemos convencido a muchos clientes de que este es el tiempo ideal para implantar esta tecnología”.
IBM cuenta con productos nativos en este tipo de tecnología desde el pasado año. “Flash es una tecnología que está transformando cómo concebimos el almacenamiento”, asegura Tomás García, que extiende el dominio del flash más allá de las aplicaciones que exigen más rendimiento. “Cuando se piensa en flash, se piensa en una tecnología muy buena para acelerar aquellas aplicaciones que son más críticas para el negocio, pero también hay empresas que la utilizan para ahorrar dinero y transformar la ecuación de costes en su almacenamiento”, explica. “Combinando la tecnología flash con discos de mayor capacidad se logran ahorros de hasta un 50 %”.
Daniel Olaso, de Hitachi Data Systems, insiste en el campo, inmenso, que abre al rendimiento. “Ha llegado un momento en el que no estamos dando el rendimiento que necesitan los clientes: con los discos convencionales no se alcanza lo que requieren los procesos transaccionales. Por tanto, es muy útil para alcanzar alto rendimiento con poca capacidad. Para esto, es la única solución”.
Siempre la nube
No podía faltar la nube. Y menos en materia de almacenamiento. Tomás García recuerda que para IBM es un elemento estratégico. “Es mucho más que hacer variables los costes de TI o de prestar servicios de TI de una manera diferente. Es un motor de innovación y de crecimiento para las empresas”.
Un terreno en el que cobran especial protagonismo los proveedores de servicio; unos jugadores con los que todos los proveedores mantienen amigables relaciones, con programas específicos desarrollados para ellos.
Las pymes, en numerosas ocasiones, prefieren dejar sus sistemas en manos de estas compañías, lo que las convierte en piezas claves también en la estrategia de los fabricantes. “Vamos al mercado de manera conjunta bajo un modelo colaborativo”, asegura Sara Martínez, de HP, que insiste en la importancia que el canal dé el paso hacia este modelo. “Desde hace más de 3 años hemos incentivado a los partners para que se convirtieran en proveedores de servicio”, explica. “Muchos lo han hecho e incluso hemos ayudado a los mayoristas a que también se conviertan en proveedores de servicio”. Martínez es consciente de la dificultad que ha supuesto dar este paso en tiempos de crisis. “Convertirse en proveedor de servicio requería una gran inversión y la mejor fórmula ha sido este modelo de cooperación”.
Similar recomendación realiza Carmen Pérez, de Fujitsu. “Hay que buscar la alianza”, recomienda. “Algunos integradores ven una amenaza en los proveedores de servicio por los servicios que éstos dan y que pueden entrar en competencia con los suyos. Pero no pueden esconderse y los más avanzados ya están buscando la colaboración”.