La impresión 3D ha seguido avanzando en los últimos meses, aunque no ha conseguido todavía despegar en el ámbito personal. Marc Torras, el director general de EntresD, empresa especializada en la impresión 3D de sobremesa, ha comentado que “cada vez más usuarios que no están relacionados con este mundo conocen lo que se está haciendo, saben perfectamente qué es una impresora 3D o conocen a alguien que ya dispone de una».
En 2015 la tecnología de impresión 3D alcanzó un mayor reconocimiento y se consiguieron notables logros en diversos ámbitos. Entre todos cabe destacar especialmente ocho áreas: Bio-impresión, medicina y veterinaria, arquitectura, ingeniería y aeronáutica, educación, moda, comida y materiales.
Este ejercicio se espera que siga creciendo. Gartner estima que las ventas mundiales de impresoras 3D se doblarán respecto a 2015, alcanzando la cifra de 496.475 unidades. Esta tendencia se mantendrá hasta el año 2019 en que se alcanzarán las ventas 5,6 millones de unidades.
Las impresoras 3D de extrusión serán las que sigan encabezando este mercado, ya que son la más extendidas en el ámbito de las universidades y escuelas, que son las principales consumidoras de estos equipos.
El informe de Gartner señala también que las aplicaciones médicas se situarán en el pico de la curva de expectativas para 2016. La impresión 3D profesional se mantiene en ascenso, no así la impresión 3D doméstica que no ha conseguido la evolución esperada por los profesionales.
“En el ámbito doméstico es poco probable que llegue la tan anunciada generalización de la adopción de la impresión 3D. Hay algunas nuevas tecnologías que prometen, pero de momento están todas en fase de laboratorio, o los precios son demasiado elevados para un usuario doméstico. Así que, de momento, no vemos la gran revolución doméstica de la impresión 3D al alcance. No hasta que haya avances tecnológicos que permitan impresión 3D multimaterial a un coste asequible”, añade Torras.