Como licenciada en ciencias exactas, Rosa Díaz, directora general de Panda Security en España, observa una relación directa entre el bajo porcentaje de mujeres que desarrollan su labor profesional en el segmento TIC (apenas alcanza el 20 %) con las vocaciones femeninas en torno a las carreras STEM (que identifica a las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas); escasas también. “Hay que hacer atractivas esas disciplinas”, asegura. Un objetivo que observa factible gracias a la creciente digitalización que sufre la sociedad, con millones de oportunidades y de nuevos puestos de trabajo. “Se trata del momento perfecto para sentar unas bases que hagan este tipo de estudios más atractivos para las mujeres”.
Ahora bien, el gusto por las disciplinas científicas, a su juicio, debe incrementarse sin importar el género, “tanto en mujeres como en hombres”. Díaz recuerda el déficit de profesionales que existe en el área de la seguridad. “Existe una gran oportunidad laboral”.
El pasado 22 de febrero se celebró el día de la igualdad salarial. En España, las trabajadoras cobran un 22,9 % menos que los hombres. A su juicio, ¿qué iniciativas concretas deberían ponerse en marcha para conseguir una igualdad en este aspecto?
Lo que debemos hacer es trasladar iniciativas que ya existen y funcionan en otros países y no intentar partir de cero. Está claro que la igualdad debe venir por un fuerte compromiso de la dirección de las compañías, acompañado de medidas del Gobierno y de los demás agentes sociales. La primera medida sería poner en marcha planes de igualdad de género y auditorias que permitieran a las empresas medir sus avances en la aplicación de medidas a favor de la igualdad de género y la igualdad salarial. Y, por supuesto, la transparencia de los sistemas salariales es un factor crucial.
Según un reciente estudio publicado en “Psychological Science”, los países con mayor igualdad de género tienen una proporción menor de mujeres que cursan estudios STEM que aquellos países en los que se considera que no hay igualdad de género. ¿Qué valoración hace de esta realidad? ¿Cuáles cree que son las causas que la explican?
En este caso me hago eco del estudio donde se indica que los países con una mayor igualdad de género también suelen ser estados de bienestar que proporcionan un mayor nivel de seguridad social para los ciudadanos en comparación con aquellos con menor igualdad de género, que tienden a tener condiciones de vida menos seguras y más difíciles, lo que hace que elijan este tipo de carreras que son mejor remuneradas y más seguras resultando más atractivas para las mujeres.
La brecha de género STEM es un hecho en España: frente a un 18 % de niñas que muestra su preferencia por este tipo de disciplinas, se sitúa el 37 % de niños (en informática es incluso más elevado). ¿Cómo podría elevarse el porcentaje de vocaciones femeninas en este apartado? ¿Considera que acortar esta brecha en STEM es una iniciativa prioritaria para lograr la igualdad femenina?
Tenemos que hacer una reflexión interna sobre la educación en España y cómo podemos conseguir elevar este porcentaje, pero aquí me gustaría indicar que es necesario incrementarlo tanto en mujeres como en hombres. Porque la realidad es que si, por ejemplo, hablamos del sector de la ciberseguridad, encontramos un déficit real de profesionales y una verdadera lucha por atraer talento. Esto significa que existe una gran oportunidad laboral tanto para nuestros jóvenes que aún están decidiendo qué estudiar, como para profesionales con una trayectoria que quieren dar un giro a su carrera y emplearse en este sector, independientemente del sexo.
El porcentaje de mujeres que desarrollan su labor profesional en el segmento TIC apenas alcanza el 20 % en España. ¿Ve factible elevarlo en los próximos años? ¿Cuáles son las principales barreras que lo impiden?
El aumento de esta cifra es directamente proporcional a conseguir que más niñas elijan carreras STEM y esto pasa por hacer atractivas estas carreras. El mundo digitalizado hacia el que nos dirigimos proporciona millones de oportunidades y de nuevos puestos de trabajo en un futuro cercano. Se trata del momento perfecto para sentar unas bases que hagan este tipo de estudios más atractivos para las mujeres.
A nivel general, y observando el papel de la mujer en la sociedad española, ¿cuáles han sido las mejoras que se han conseguido en los últimos años y cuál es, a su juicio, el mayor reto que queda por alcanzar?
En España estamos dando pasos en el sentido correcto, pero aún nos queda como asignatura pendiente la conciliación y las medidas que igualen en el cuidado de los hijos y la familia. Hay que buscar soluciones en las empresas, que deben ofrecer programas de conciliación laboral y familiar con horarios flexibles, trabajos de media jornada o la posibilidad de trabajar desde casa. Todos ellos serían puntos claves para una mayor inserción de la mujer en el ámbito laboral. Además, estos programas deben ir acompañados de cambios en las políticas de los procesos de promoción, centrándose en la experiencia, valía y aptitudes del candidato/a, independientemente de su sexo, y estableciendo planes de acción para incrementar el aumento de mujeres en puestos directivos.
El mayor reto es, sin duda, olvidarnos de la cultura del presentismo, hacer un buen trabajo y cumplir los objetivos con unos horarios más racionales.