Cada año estrenamos nuevos tiempos. Sin embargo, hay propósitos que son eternos. Hagan su lista y traten, cada día, de cumplirla. Y si no, en 2019 tendrán una nueva oportunidad.
Como muestra, nuestro decálogo.
Mantener siempre una sonrisa.
Encajar, con humildad, que has errado. Y aprender del error.
Contar hasta diez (o hasta cien) antes de soltar un grito.
Dar cada mañana gracias por todo lo que atesoras aunque no lo encuentres por la noche.
Siempre es posible mejorar. Palabra de los que lo han intentado mil veces. Y mil más que lo intentarán.
Leer. Al menos, un par de veces cada semana.
Y escribir. Eso sí, todos los días.
Soñar. A todas horas.
Viajar. Una vez al año basta. O dos.
Y, sobre todo, amar. Siempre.
Feliz año.