Para que las empresas puedan ser más eficaces y eficientes a nivel comercial, deberían empezar, de verdad a “luchar para que sus empleados sean todos vendedores”, aconseja Eric Kircher, director general de la consultora Lead Your Market, especializa en mejor la eficacia comercial de las empresas. “Todos los departamentos deberían preocuparse por el cliente, como lo revindicaba Steve Jobs, de Apple. Desde la concepción a la entrega, cada departamento debería tener como obsesión proponer un producto al cliente que ofrezca el mejor ratio calidad-precio y que se defienda a todos los niveles de la plantilla”.
Este directivo considera que es necesaria una verdadera cultura de ventas en el seno de las empresas. Hay estudios que demuestran la correlación de esta cultura con los resultados empresariales; un grupo internacional implantado en varios países puede detectar que la consecución o no de los objetivos comerciales está ligada al nivel de cultura comercial de su plantilla, y el nivel comercial de su plantilla a la calidad de sus mandos. “Si es fundamental empezar a considerar que cada empleado puede contribuir a la venta, es ineludible empezar por el propio director general –a veces fundador- para defenderlo e implantarlo. La principal resistencia se sitúa aquí”, añade.