A pesar de la irrupción de “nuevos” escenarios impresos, en los que Brother también se ha manifestado, la marca sigue apuntalando su negocio en todos los segmentos. No en vano, la tecnología de tinta, que saltó a la empresa en 2008 en Brother, supone un tercio del negocio y convive, en perfecta armonía, con el laser LED. “Nuestra estrategia siempre ha sido desarrollar las familias en paralelo y que sea el mercado el que decida”, apuntaló Justo Cuadrado, director general de la marca en España.
Con un mercado de la impresión en clara mejoría, Cuadrado cree que si se mantienen los signos positivos que marcan la recuperación económica, el crecimiento del mercado debe continuar. “El parque instalado está pidiendo a gritos una recuperación”, señaló. En la actualidad lo que está tirando del mercado es el multifuncional color, que ha permitido crecimientos del 30 %, con un mayor protagonismo del láser LED que la tinta.
Láser versus inyección
En términos de ventajas, no cabe hablar de un triunfo de una tecnología sobre la otra. José Ramón Sanz, jefe de producto en la marca, reconoce que la tinta gana en una mayor velocidad en la impresión de la primera página, en la mayor facilidad para el cambio del consumible y en mayores posibilidades en el uso de diferentes soportes para imprimir. “El láser gana en velocidad para impresiones más grandes y cuenta con mucha más capacidad de papel”.
En lo que se refiere al coste por página, las máquinas de tinta para la empresa presentadas por la marca presentan un coste de 5,9 céntimos por página (en la familia J4000) y de 4,89 céntimos por pagina (en el caso de la J5000). “En máquinas láser, dependiendo de la familia, podríamos hablar de entre 6 y 10 céntimos por página”, apuntó Mónica López, responsable de producto.
Eterno papel
Justo Cuadrado y José Ramón Sanz, al alimón, defendieron el uso del papel. “Se imprime más y no sólo porque la economía ha mejorado”, apuntó el director general. “El uso del papel ha cambiado pero el volumen se ha mantenido”, apuntala Sanz. ¿La razón? Hay algunos documentos que se imprimen menos pero otros, por el contrario, han aumentado. “Hay mucha más información y, por tanto, se imprime más”, señaló Cuadrado. “El papel, por tanto, está muy vivo”, concluyó el jefe de producto.