El uso de dispositivos personales en el trabajo o del BYOD, por sus siglas en inglés, es una práctica que se va extendiendo, aunque conlleva importantes riesgos de seguridad si no se establece una correcta estrategia de protección de los datos corporativos. Un reciente estudio de Bitglass detalla que el 74 % de los encuestados afirma que sus empleados pueden usar dispositivos personales para realizar su trabajo, aunque el 47 % desconocía si tenían una política de seguridad sobre este aspecto.
El 31 % de los encuestados indicó que los dispositivos no gestionados por la empresa son el punto ciego para las fugas de datos. Y el 18 % consideró que los dispositivos móviles personales suponen el tercer mayor punto ciego.
A pesar de estos datos, un 16 % indicó que los dispositivos no gestionados constituyen una de las principales prioridades de seguridad para sus empresas este año.
En su empresa, ¿está permitido el uso de dispositivos personales para trabajar? ¿Tienen una política de seguridad clara?