Orizon, empresa tecnológica especializada en soluciones de rendimiento tecnológico para grandes empresas, ha presentado las claves de su nueva estrategia pensada para que su tecnología BOA, diseñada para la mejora continua del rendimiento tecnológico de las grandes organizaciones, desde los sistemas centrales hasta los entornos cloud e híbridos, llegue con más facilidad a nuevos clientes. Y, al mismo tiempo, se mantenga el crecimiento de la compañía.
La compañía, según avanzó Ángel Pineda, CEO de Orizon, ha invertido 1,8 millones de euros en la renovación de su tecnología BOA, una herramienta que permite analizar el rendimiento del software de las grandes organizaciones desde distintas perspectivas, detectar los errores y aportar soluciones.
La renovada BOA cuenta con una arquitectura nativa en cloud que posibilita su disponibilidad en los principales hiperescalares (AWS, Google Cloud y Microsoft Azure) lo que acelerará su comercialización y, al mismo tiempo, ofrece un mayor nivel de inteligencia y automatización.
La nueva versión se basa en tres componentes principales. El primero es un modelo de captura de datos inspirados en el concepto data lake o lago de datos, que permite sin instalar ningún agente extraer, almacenar y procesar grandes volúmenes de datos de la operación dinámica de las aplicaciones y las infraestructura de las grandes empresas. El segundo componente es el conjunto de algoritmos que ordena, analiza y correlaciona la información para detectar y resolver problemas. Y el último la capacidad de aprendizaje y predicción.
Orizon tiene previsto lanzar el primer módulo, BOA -Monitorización Online, durante el tercer trimestre del año y, aunque es una tecnología tan innovadora, lo que dificulta su extensión en el mercado, espera que impulse su crecimiento.
En este sentido, su previsión es cerrar el ejercicio con una ventas cercanas a los 6 millones de euros, lo que supone duplicar las ventas de 2022 y situar su EBITDA en un 25 % sobre sus ingresos, frente al 19 % anterior.
Según reconoció el responsable, esta previsión es inferior a la inicial de 8 millones de euros, pero dada la situación del mercado es una cifra aceptable.
Los problemas a los que se enfrenta Orizon para llevar esta solución al mercado son la falta de personal cualificado que sepa vender la solución y la falta de cultura dentro de las organizaciones porque está “muy poco madura aún para afrontar proactivamente una estrategia robusta para asegurar el rendimiento de sus infraestructuras por las posibles consecuencias en sus organigramas”, según destaca Pineda.
Orizon ha puesto en marcha un plan de reforzamiento de su estructura comercial y de formación para resolver la falta de personal especializado y llegar a nuevos clientes.
Según resaltó José Manuel Desco, director general de la compañía, en el panorama actual del cloud se han incrementado los costes ocultos. Este incremento de los costes supone, según se recoge en el último estudio llevado a cabo por la compañía, que el 80 % de los clientes no obtenga los resultados esperados de sus proyectos cloud. Por este motivo, su tecnología BAO es la herramienta que permite medir el rendimiento, detectar los fallos y proponer soluciones con el fin de ahorrar costes.