Aunque los dispositivos son cada vez más pequeños y ligeros, el PC de sobremesa no ha perdido su valor en nuestro ecosistema tecnológico. Con mayor rendimiento, almacenamiento en memoria, asequibilidad y durabilidad, los ordenadores de sobremesa están a la altura de los programas y gráficos más exigentes de la actualidad.
Y, por eso, encajan a la perfección en un mundo en el que utilizamos distintos dispositivos de forma simultánea. Ya sea para trabajar o para jugar, hoy en día como usuarios alternamos entre portátiles, ordenadores de sobremesa, teléfonos, tablets, televisores inteligentes y consolas de videojuegos.
Si más personas juegan, trabajan a distancia y crean contenidos, significa que la necesidad de experiencias realmente inmersivas está en aumento y que el PC seguirá siendo una parte fundamental de la experiencia multidispositivo del usuario. No en vano, los procesadores Intel Core de 13ª Generación para equipos de sobremesa ofrecen a los usuarios un rendimiento y una experiencia de vanguardia en juegos, creación de contenidos y desarrollo de tareas.
Pero ¿qué desafíos plantea el ámbito educativo y laboral o la consolidación de la inteligencia artificial? ¿Seguirá teniendo cabida el PC?
Optimizando las experiencias educativas y profesionales
Para trabajar y para educar son necesarias herramientas de aprendizaje digital y trabajo híbrido habilitadas por seguridad remota de última generación, ofertas de conectividad y rendimiento de calidad comercial.
En lo que respecta a las aulas, aunque la informática educativa no sustituye a la dinámica profesor-alumno, se está convirtiendo en un elemento vital de la experiencia de aprendizaje. El PC ha sido un dispositivo esencial durante la pandemia y no tenerlo significa quedarse atrás. De hecho, la pandemia aceleró el problema de la brecha digital en todo el mundo y ha obligado a los sistemas escolares a dotar a su educación de una mayor resiliencia digital, en caso de que en el futuro vuelvan a producirse interrupciones similares.
El reto pasa por desarrollar tecnología educativa que pueda ayudar a mejorar la atención y la comprensión de los estudiantes, especialmente en entornos de aprendizaje remotos. Intel, junto con Dell Technologies, está desarrollando un modelo transformador para proporcionar soluciones de tecnología educativa a los distritos escolares con el lanzamiento de un piloto en Chandler, Arizona (EE.UU), para reducir la brecha digital y aumentar el apoyo para el aprendizaje en cualquier lugar y en cualquier momento que se pueda ampliar a escuelas de todo el mundo.
En cuanto a las empresas, los requisitos de cualificación de la mano de obra han cambiado drásticamente como resultado de la acelerada transformación digital de la pandemia. Los PC habilitados para la nube pueden proporcionar mayor seguridad, agilidad y soporte para una fuerza de trabajo híbrida. Esta tecnología está preparada para mejorar la forma en que los equipos de TI entregan equipos a los usuarios finales y el acceso a las aplicaciones y datos corporativos, independientemente de dónde se encuentren los empleados. Un ejemplo de ello es la plataforma Intel vPro, validada con funciones incorporadas de rendimiento, seguridad, capacidad de gestión y estabilidad para ofrecer un rendimiento de clase empresarial.
El rol de la inteligencia artificial
La inteligencia artificial (IA) ya está cambiando la forma en que un procesador alimenta un PC en el backend y seguirá ayudando a que los PC funcionen de forma más eficiente. De hecho, ya es una herramienta al servicio de los usuarios mediante comandos de voz del dispositivo o acelerando tareas como la identificación de fotografías y la traducción de textos.
A nivel de hardware, la IA está en una posición privilegiada para optimizar la experiencia del usuario a través del aprendizaje automático, reduciendo la potencia de rendimiento necesaria en un sistema. Por eso, podemos afirmar que, en los próximos años, la IA será el principal mecanismo de control de un PC.
Y como ejemplo, las VPU Movidius de Intel (unidades de procesamiento de la imagen) permiten ejecutar con eficiencia las exigentes cargas de trabajo de visión por ordenador e inteligencia artificial. Combinan la computación programable altamente paralela con la aceleración de hardware específica de la carga de trabajo en una arquitectura única que minimiza el movimiento de datos, para lograr un equilibrio entre eficiencia energética y rendimiento informático.
En definitiva, el futuro del PC de sobremesa no pasa por su extinción, sino que seguirá adaptándose y evolucionando para cubrir las necesidades de los usuarios, como es el caso de formatos compactos para entretenimiento y gaming como el Intel NUC 13 Extreme. Nos encontramos, así, en la cúspide del próximo gran cambio en la forma en que interactuamos con nuestro ecosistema informático personal.
Jesús Sánchez, South-EMEA Consumer Sales director Intel