La multinacional Netskope ha ampliado su red cloud privada de grado carrier, Netskope NewEdge, a un nuevo centro de datos en Madrid. De esta manera podrá ofrecer nubes de alto rendimiento, web y seguridad de aplicaciones privadas en toda la región.
Esta red, reservada a sus clientes, pretende cubrir las nuevas necesidades que la pandemia ha impuesto en cuanto a seguridad en la nube y simplificación de la administración de políticas e incidentes. “Durante el último año, y sobre todo por la actual situación sanitaria que vivimos, España está siendo uno de los países donde la adopción de servicios en la nube se está viendo incrementado, tanto en empresas medianas como grandes corporaciones”, ha comentado André Stewart, vp de EMEA y Latam de Netskope. “Estas empresas buscan proteger sus datos y usuarios están donde estén”, ha sentenciado. Netskope NewEdge cumple con estos requisitos, al tiempo que proporciona una visión holística del tráfico de sus usuarios que se mueven en servicios SaaS, IaaS PaaS, navegan por la web y acceden a aplicaciones privadas. Clientes que necesitan soluciones de seguridad en línea cerca de sus usuarios y que prefieren una red cloud privada a una pública, por ser esta última más impredecible e insegura.
En este sentido, Netskope NewEdge, que ha sido desarrollado por veteranos de la industria, representantes de las mayores redes, de más alto rendimiento, ofrece servicios de seguridad en línea a través de una infraestructura global de próxima generación de grado carrier, basada en tecnologías y procesos avanzados de optimización de aplicaciones y redes. Optimiza la conectividad gracias a una arquitectura global resiliente, que enlaza directamente con los principales proveedores de servicios y aplicaciones como Microsoft Office 365, Google Suite y Amazon Web Services, entre otros. Esta unión permite mejorar la experiencia general del usuario, al asegurar un acceso rápido y de baja latencia, así como un mejor rendimiento.
Además, la compañía ha sabido abordar las demandas cambiantes de seguridad, combinando las capacidades de los SWG de próxima generación, el CASB, el acceso a la red zero trust y el aprendizaje avanzado de máquinas para detectar la exfiltración de datos no autorizados, ofreciendo una protección avanzada contra amenazas.