Según el Índice IESE Cities in Motion (ICIM) 2015, Barcelona y Madrid están en cabeza de las ciudades inteligentes de España. Un índice que analizó valores como el capital humano, la cohesión social, la gestión pública, el medio ambiente, la movilidad y el transporte, la tecnología o la proyección internacional de las localidades. También ocupan lugares destacados en el ranking mundial: Barcelona ocupó el puesto 34 y destacó en proyección internacional (sexto lugar), mientras que Madrid ocupó el puesto 35 y despuntó en movilidad y transporte (séptimo puesto). En la clasificación europea la Ciudad Condal y la capital de España ocuparon el puesto 21 y 22, respectivamente.
Según el ranking de smart cities elaborado por IESE Business School, el pasado año hubo siete localidades españolas que se ubicaron entre las 50 “más inteligentes” de Europa. Y para ello, como recuerda Miguel Ángel Bustos, director del sector público Enterprise Services Iberia de Hewlett Packard Enterprise, “no basta con ser bueno en un aspecto concreto. La implantación de tecnologías pioneras, la búsqueda de la eficiencia en la gestión de recursos o la mejora de los servicios y la calidad de vida de los ciudadanos y visitantes son algunas de las características que hacen a una ciudad inteligente”.
Madrid arrancó su carrera en el año 2014 de la mano de IBM en el área de medioambiente para abordar una mejor gestión de basuras, limpieza, arbolado, riegos, pavimentos, alumbrado público y fuentes. Este proyecto se basaba en la implantación de la plataforma tecnológica MiNT (Madrid iNTeligente), que ayudaría al ayuntamiento de la capital a mejorar la calidad del servicio y la comunicación con el ciudadano, anticiparse a las incidencias y coordinar de forma más eficiente los recursos disponibles. Por ejemplo, permite a los usuarios informar sobre incidencias que detecten en la ciudad a través de nuevos canales, como los dispositivos móviles inteligentes. El sistema le enviará al móvil o al correo electrónico un mensaje confirmando la recepción y otro cuando esté resuelto, y el ciudadano podrá consultar en Internet en todo momento el estado de su incidencia. Además es posible medir la calidad y la eficacia del servicio que prestan las diferentes empresas proveedoras gracias a los más de 300 indicadores que los inspectores del Ayuntamiento, junto con otros agentes, miden durante las 1.500 inspecciones diarias que realizan. Un contrato que estaba valorado en el momento de su implantación en 14,7 millones de euros.
- Barcelona está también ubicada en una buena posición. Un proyecto en el que participa Cisco junto a algunos otros socios que colaboran con el ayuntamiento en diversas iniciativas, incluyendo una plataforma urbana para conectar los sensores en los espacios públicos y el diseño de aplicaciones como parking inteligente, gestión de los residuos y del agua de lluvia, video-vigilancia o servicios turísticos, así como en un proyecto pionero de Fog Computing, una plataforma tecnológica abierta, flexible, escalable y segura que permite consolidar y gestionar de forma unificada toda la infraestructura, los datos y los servicios de una smart city desde el extremo de la red hasta el cloud.