La libertad de Twitter también tiene su lado “oscuro” en forma de usuarios, llamados “trolls”, que la llenan de spam, insultos o contenido poco relevante. Para intentar controlar a estos individuos ha nacido www.trolldor.com, una lista negra que los identifica.
Su confección debe ser cuidadosa. Para ello, sus creadores aseguran que cualquier usuario de Twitter puede reportar a otro, indicando el motivo por el que lo propone para formar parte de este índice. Para lograrlo, necesitará varios reportes de usuarios diferentes. Es posible, de cualquier manera, salir de esta lista emitiendo una petición o una disculpa.
Además, para observar si se trata de un usuario conflictivo se puede realizar una búsqueda pública para analizar su actividad: media de tweets por día, proporción entre retweets y contenido propio, porcentaje de usuarios con perfiles básicos (por la compra de seguidores), etc.