El próximo 8 de marzo se celebra el día internacional de la mujer. Una fecha, especial, que lleva al análisis de la situación que vive la mujer en los diferentes ámbitos en los que actúa. María José Miranda, directora general de NetApp, siempre está dispuesta a reflexionar y a reivindicar el papel que deben tener las féminas en la sociedad. A su juicio, el mayor reto para la mujer sigue siendo “la dificultad para conciliar la vida personal y la profesional, dificultad provocada por los horarios excesivos y la baja flexibilidad, así como conseguir una corresponsabilidad real en el hogar”.
Como ingeniera informática que es, Miranda muestra su preocupación por el bajo índice de vocaciones femeninas en carreras científicas: ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. Para acortar esta brecha de género, la directiva señala que la clave está en el modelo educativo. “Hay que acercar la tecnología a las chicas mucho antes de empezar la universidad, introduciendo desde el colegio disciplinas como informática o programación, de modo que puedan conocer estas materias y crezcan las opciones de despertar su interés por ellas antes de crear estereotipos por género”.
Tampoco evade el asunto de las diferencias salariales entre hombres y mujeres. A su juicio, se deberían poner en marcha políticas para equiparar los salarios “según las capacidades del trabajador en las labores a ejecutar dentro de una organización, sin importar su género, así como medidas para promover la conciliación”.
El pasado 22 de febrero se celebró el día de la igualdad salarial. En España, las trabajadoras cobran un 22,9 % menos que los hombres. A su juicio, ¿qué iniciativas concretas deberían ponerse en marcha para conseguir una igualdad en este aspecto?
No somos el único ni el peor país con este indicador desfavorable, pero sí es cierto que nos encontremos en esta situación alarmante en la época en la que vivimos.
Deberíamos poner en marcha políticas para equiparar los salarios según las capacidades del trabajador en las labores a ejecutar dentro de una organización, sin importar su género, así como medidas para promover la conciliación. Deberíamos pensar en medidas de transparencia retributiva en las empresas, auditorías salariales para detectar y corregir las situaciones de desequilibrio, actividades de sensibilización y mantenimiento de organismos para el fomento de la igualdad.
Además, es esencial conseguir una equiparación de los permisos de maternidad y paternidad, y una conciliación real, ya que las reducciones de jornada y excedencias para hacerse cargo de los hijos se realizan mayoritariamente por las mujeres, lo que afecta también a este índice.
Según un reciente estudio publicado en “Psychological Science”, los países con mayor igualdad de género tienen una proporción menor de mujeres que cursan estudios STEM (que identifica a las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) que aquellos países en los que se considera que no hay igualdad de género. ¿Qué valoración hace de esta realidad? ¿Cuáles cree que son las causas que la explican?
Este es un estudio que me sorprende porque parece contra la lógica. Por ejemplo, en España donde hemos mejorado en los últimos años en temas de igualdad de género, hay menos chicas que estudian carreras STEM que hace unos años. Las razones hay que buscarlas en otros aspectos.
La brecha de género STEM es un hecho en España: frente a un 18 % de niñas que muestra su preferencia por este tipo de disciplinas, se sitúa el 37 % de niños (en informática es incluso más elevado). ¿Cómo podría elevarse el porcentaje de vocaciones femeninas en este apartado? ¿Considera que acortar esta brecha en STEM es una iniciativa prioritaria para lograr la igualdad femenina?
La clave está en el modelo educativo, acercando la tecnología a las chicas mucho antes de empezar la universidad, introduciendo desde el colegio disciplinas como informática o programación, de modo que puedan conocer estas materias y crezcan las opciones de despertar su interés por ellas antes de crear estereotipos por género. Los colegios, a través de un sistema educativo basado en I+D+i, deberían hacer más por motivar a las jóvenes a acercarse a los estudios tecnológicos.
La igualdad de condiciones, la remuneración basada en el valor del trabajo realizado independientemente del género y una mayor presencia de mujeres en puestos directivos también ayudarían a incrementar el atractivo de estos sectores para las jóvenes estudiantes. Adicionalmente crear referentes femeninos en puestos de responsabilidad de empresas de tecnología puede de alguna forma ser también un aliciente para las jóvenes cuando tienen que decidir qué carrera estudiar.
El porcentaje de mujeres que desarrollan su labor profesional en el segmento TIC apenas alcanza el 20 % en España. ¿Ve factible elevarlo en los próximos años? ¿Cuáles son las principales barreras que lo impiden?
La tecnología y la digitalización nos abren un mundo de posibilidades y de nuevos puestos de trabajo en los próximos años, brindando una oportunidad sin precedentes, por lo que es el momento de sentar unas bases en el sistema educativo que vayan desde el colegio hasta la universidad, porque hasta ahora ésta ha sido una de las principales barreras. Necesitamos más chicas que hagan carreras STEM para poder mejorar este ratio. Las profesiones del futuro en tecnología, aunque vayan a ser diferentes, también necesitarán formación tecnológica.
A nivel general, y observando el papel de la mujer en la sociedad española, ¿cuáles han sido las mejoras que se han conseguido en los últimos años y cuál es, a su juicio, el mayor reto que queda por alcanzar?
Nunca antes se había dado tanta importancia al potencial económico de las mujeres, como consumidoras, empleadas y directivas, y esto indica que vamos por buen camino. Pero aún queda mucho por andar.
Es un hecho que los países que apuestan por eliminar las barreras de género obtienen mayor crecimiento económico, desarrollo y productividad. El análisis de la situación y el debate están abiertos a nivel mundial, poco a poco se van tomando medidas para corregir la desigualdad, y los países innovadores van convirtiéndose en modelo para otros. Pero es necesario seguir luchando por ello y concienciando a la sociedad de la necesidad de cambio.
El principal reto para la mujer sigue siendo la dificultad para conciliar la vida personal y la profesional, dificultad provocada por los horarios excesivos y la baja flexibilidad, así como conseguir una corresponsabilidad real en el hogar.