Concienciación, velocidad en aplicar las actualizaciones de seguridad y detección del ataque y activación de los mecanismos de protección. Ese es el tridente, básico, que debe cumplir una empresa para proteger, al máximo, su infraestructura. Lo recuerda Agustín Muñoz-Grandes, CEO de S21sec, que asegura que “las empresas que tenían estos tres ámbitos bien cubiertos han sido, sin duda, mucho menos afectadas que el resto”. Al tratarse de un ataque indiscriminado, sin un objetivo concreto, “seremos testigos de las enormes diferencias en las formas en las que han afectado a las empresas, según sus niveles de seguridad”.
Muñoz-Grandes reconoce que la seguridad completa no existe; ahora bien, puntualiza que “las soluciones de protección funcionan, mitigan, frenan y permiten levantar barreras para proteger adecuadamente los activos frente al ransomware”. Siempre que “estemos preparados”, prosigue, “no habrá daños o éstos serán mínimos”.
Hecho el balance, el CEO asegura que, tras una situación como la vivida, posiblemente aumente la concienciación. “Para muchas empresas, el ransomware era algo de lo que habían oído hablar, de modo lejano, que pensaban que no pudiera tocarles a ellos. Ahora saben que ninguna compañía, independientemente de su tamaño o volumen de facturación, está libre de estas amenazas”. De cara al futuro, recomienda, “solo queda mantener la guardia alta e intentar ir un paso por delante de los cibercriminales”.