El 45 % del software que se utiliza en España no es legal. Una cifra de la que ha informado BSA, gracias al tradicional informe que lleva a cabo IDC, y que supone un punto más de los datos de 2013. Además del nivel cultural que refleja, lo monetario también se ve mermado ya que el valor comercial de ese índice se traduce en 758 millones de euros.
Este dato nos aleja, aún más, de la media que presenta Europa Occidental, situada en un 29 %, lo que supone un descenso de 3 puntos respecto a las cifras de 2011. En esta región, España se sitúa entre los países de cabeza en cuanto a prácticas ilegales corresponde. El país líder es Grecia, con el 62 % y a continuación, Islandia, con el 48 %. Chipre e Italia, con un índice del 47 %, cierran este triste podium. En el lado legal se coloca, como máximo escrupuloso, Luxemburgo, con un 20 % de índice pirata. Austria es segunda, con el 22 %; y a continuación se colocan Dinamarca y Suecia, con el 23 %.
Fernando Valderrama, portavoz del Comité Español de BSA y presidente de Presto, asegura que los usuarios y los directores de tecnologías de la información de las empresas españolas están preocupados por los riesgos que conlleva el uso de software no autorizado. “Sin embargo, no están tomando las medidas oportunas”, remata. En línea con las prácticas que hay que llevar a cabo, BSA insiste en medidas eficaces de gestión del software en el entorno empresarial; una actividad que tiene que hacer frente a un panorama bastante negro ya que sólo el 34 % de las empresas en España tiene políticas formales establecidas con los requerimientos pertinentes para el uso de software con la licencia correcta. Junto a ello, BSA apela por un desarrollo de un compromiso político y social sobre el respeto de los derechos de propiedad intelectual del software.
Datos mundiales
A nivel mundial, el índice de piratería también se incrementó un punto para situarse en un 43 %, lo que supone unas pérdidas de 45.500 millones de euros. La razón del incremento, apunta BSA, puede ser el crecimiento de los ordenadores activos en las economías emergentes. La región con la tasa más alta de software sin licencia fue Asia-Pacífico, con un 62 %, con un aumento de 2 puntos con respecto a 2011, lo que representan unas perdidas de 15,300 millones de euros. Bangladesh, con el 87 %; y Pakistán, con el 85 %, son la pareja más ilegal.
A continuación se colocan Europa Central y Oriental, con un índice del 61 %; seguida de América Latina y Medio Oriente y África, con un 59 %.
En el lado más respetuoso con la legalidad se sitúa Norteamérica, con el 19 %, lo que representa 8.000 millones de euros. En la Unión Europea, la tasa cayó dos puntos hasta el 31 % en 2013, con un valor comercial de 9.800 millones de euros.