La nube no perderá protagonismo en 2025. En su visión para los próximos meses IONOS considera que seguirá siendo el motor de la transformación digital. Este proveedor cloud señala que durante los próximos 12 meses seguirá siendo más difusa la diferencia entre computación en la nube y edge computing porque las aplicaciones que requieren un procesamiento rápido de datos, por ejemplo, en el sector industrial o la sanidad, se benefician de la estrecha integración de servicios centralizados en la nube y ubicaciones periféricas descentralizadas.
Al mismo tiempo, la IA seguirá siendo una tendencia clave y un motor de crecimiento para la nube. Los modelos mejorados y los agentes autónomos de IA aportarán mayor eficiencia. Y, a la vez, las arquitecturas serverless facilitan a las empresas la utilización de los recursos de la nube de forma flexible y rentable.
IONOS también cree que las nueva normativas como la NIS2 de la UE, la prueba electrónica y la Ley de Datos europea están configurando el panorama de la nube. Y, al mismo tiempo, la IA se pondrá utilizar para la ciberdefensa, lo que garantizará la seguridad de las infraestructuras en la nube incluso en una situación de amenazas cada vez más compleja.
En este contexto, la sostenibilidad será otro elemento diferenciador para los proveedores cloud, lo que impulsará la demanda de tecnologías como la refrigeración líquida y el uso de energías renovables en los centros de datos. Además, la demanda de soluciones sostenibles en la nube seguirá creciendo.
En su visión para 2025, IONOS cree que en escenario complejo desde el punto de vista geopolítico en el que hay conflictos comerciales, consecuencias políticas de las elecciones estadounidenses, la guerra en Ucrania y las nuevas normativas de protección de datos, los modelos híbridos y multicloud desempeñan aquí un papel clave porque permiten a las empresas distribuir sus datos entre múltiples proveedores y regiones.
Las estrategias multicloud también promueven la soberanía digital, especialmente en Europa. La legislación como la Ley de Datos reforzará la interoperabilidad entre proveedores de nubes, lo que facilitará a las empresas la migración de sus datos entre diferentes plataformas.