Energy Sistem ha alertado de los trastornos que puede producir la adicción a la tecnología. En España se supera la media europea de adolescentes enganchados a Internet con un 21,3 % frente al 12,7 % del resto de la Unión Europea. Y el 77 % de los usuarios de teléfonos inteligentes padece «nomofobia», que es temor y ansiedad ante el hecho de no poder consultar el smartphone cada vez que lo desea.
El fabricante, que ha realizado una campaña para concienciar del uso responsable de la tecnología y animar a los usuarios a que vivan su propia vida sin esta adicción tecnológica, ha señalado los tipos de fobias más comunes. Las cuatro principales que afectan a más del 40 % de los usuarios que tienen dispositivos con conexión a Internet son: Nomofobia, un término que viene de «no-mobile» y es el miedo a no consultar el smartphone cuando se desea; Whatsappitis o hiperdependencia de la aplicación de mensajería instantánea; Selfiftis o adición a los selfies; y Phubbing que consiste en ignorar a las personas que te acompañan por atender el móvil o la tableta constantemente.
El fabricante también ha señalado otras fobias como la Editiovultafobia o el miedo a conocer la vida de los demás a través de Facebook y compararla con la propia; Vibranxiety o creer que se ha sentido vibrar o escuchar el teléfono a pesar de que no lo hizo; y Selfiefobia que es el miedo a realizarse una autofoto.
Los problemas que acarrean la adicción a la tecnología no acaban aquí porque existen también la Retterofobia, que es el miedo a escribir mal un mensaje sms o de whatssapp; la Telefonofobia, que es el miedo a atender una llamada, o la Cibercondría, que es el el uso del móvil para buscar información médica sin contar con un profesional.