El informe “Impulsando el crecimiento de la pyme a través de la facturación electrónica y la IA”, elaborado por Sage para analizar el uso de la adopción de la factura electrónica en las pymes españolas y del resto del mundo, revela que a pesar de que el 50 % de las pymes están familiarizadas con ella —31 % de 2024—solo el 10 % declara utilizar sistemas de facturación electrónica en transacciones con otras empresas (B2B).
Este auge de la concienciación se debe al impulso de normativas como la “Ley Crea y Crece” y del propio interés de las empresas. El 60 % de las empresas avala su uso obligatorio, subrayando la confianza y comprensión de los beneficios que puede aportar, lo que es uno de los niveles de apoyo más altos del mundo.
El informe revela que a pesar de que la tasa de uso es baja ha crecido respecto a 2024, cuando solo un 7 % de las pymes españolas afirmaba usarla. Además, el nivel de uso está por encima de sus homólogas europeas, con una adopción menor, un 4 % de media.
Otros datos significativos que refleja el informe son que España mantiene uno de los niveles de satisfacción más altos (72 % de pymes españolas satisfechas), por encima de la media europea (68 %), manteniendo también un alto nivel de recomendación de la factura electrónica (72 %). Estos resultados suponen que la mayoría de las pymes (54 %) considera su adopción como una inversión en lugar de como un gasto (28 %).
Las pymes que ya han adoptado la factura electrónica muestran un uso consolidado (66 %), lo que sitúa a España al mismo nivel que Alemania y Francia, donde el 68 % manifiesta una práctica experta. Solo un 26 % se siente “novata” o “perdida”.
Uno de los factores que está retrasando la adopción de la factura electrónica es la actitud de las empresas que no tienen prisa a pesar de la cercanía de la obligación. Un 50 % prevé adoptar la factura electrónica de aquí a dos años, poco antes de que finalice la cuenta atrás para la implantación obligatoria. De hecho, 1 de cada 2 pymes (53 %) afirma no sentirse preparada para adoptarla actualmente.
Los motivos para esperar es el desconocimiento y la falta de competencias. A la vez las pymes indican la falta de soluciones sencillas, la formación y la falta de un enfoque coordinado para implantar la factura electrónica por parte de clientes y partners como otras barreras para su implantación.
“Aunque la concienciación aumenta, nos preocupa la baja adopción y el desconocimiento que aún existe entre las pymes. Para reducir esa falta de conocimiento y asegurar la implantación exitosa de la factura electrónica con la que construir una economía más inteligente y equitativa, son importantes las campañas de información y formación, las ayudas para la adopción, la integración con sistemas de pago y fiscalidad, y una coordinación vital con estándares internacionales. Desde Sage, estamos comprometidos a formar y a proporcionar las soluciones que faciliten la implantación de la factura electrónica”, destacó José Luis Martín Zabala, managing director en Sage Iberia.





































































