La consolidación de su organización en España, que ha multiplicado por tres su población en la última década, y la madurez de la estrategia, explican, a juicio de María José Talavera, directora general de VMware en España y Portugal, el recorrido de la compañía y su excelente balance en nuestro país. VMware cerrará a finales del próximo mes de enero su año fiscal, en el que espera conseguir unos “espectaculares” resultados, con un crecimiento por encima del 50 % en su segundo semestre. “Es un síntoma de la confianza del mercado en nuestra estrategia; sin duda nuestra apuesta por el multicloud es el éxito de VMware en los últimos años”, insiste. “La región ibérica concluirá el año siendo la zona con más rentabilidad en EMEA”.
Unos resultados en los que también ha sido clave el crecimiento del negocio generado alrededor de la pyme. Marga Sanz, directora de canal de la marca en España y Portugal, explica que se han dado cuenta de que, para competir en el mercado y disfrutar de las mismas funcionalidades que las grandes, “han de invertir en tecnología. Y así lo han hecho durante este año, poniéndose al mismo nivel tecnológico que las grandes empresas”.
Libertad de elección y multicloud
Talavera asegura que la compañía se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos que están alineados con los compromisos que ha demostrado VMware desde su origen: el respeto por el medio ambiente y la descarbonización, y con la sociedad. “Un compromiso que se extiende a nuestro ecosistema de partners”.
La apuesta por el multicloud y por los entornos híbridos marca su estrategia desde hace años. “Nuestra alianza con los 6 grandes hiperescalares (IBM, Oracle, Microsoft Azure, Google, Ali Baba y AWS), unida a los acuerdos con proveedores locales y globales, nos hace únicos”, recordó. Una estrategia refrendada por la realidad del mercado. Tal y como recordó Lluís Altés, senior business solutions strategist de VMware, el 75 % de los clientes de VMware trabajan con 2 o más nubes y el 40 % con 3 o más. “Apostar por varias nubes reduce los riesgos”, señaló. No olvidó apelar a la libertad de elección que se asegura al cliente. “Debe tener control absoluto sobre sus arquitecturas, recuperar su soberanía y disfrutar de la máxima flexibilidad, lo que le asegura cambiar de proveedor”.
Un paso más en esta línea es el lanzamiento de sus servicios cross-cloud, los cuales ofrecen libertad, flexibilidad y seguridad a los clientes independientemente del cloud que utilicen.
Entre las áreas en las que está haciendo una inversión brutal destaca el edge, donde aplica la seguridad; y en las aplicaciones cloud, sobre todo tras la adquisición de Pivotal. Talavera reivindicó, una vez más, la estrategia de seguridad de VMware, “que acompaña a la carga y al dato”.
Recuperada su independencia de Dell desde el pasado 1 de noviembre, Talavera insistió en que se abre una etapa en la que “podemos crecer mucho más”. VMware, explicó, disfruta de una mayor libertad para la toma de decisiones y para sacar más partido de su ecosistema. “Podemos dirigir mejor las compras y cómo crece la oferta”.
Entre los mercados en los que opera la compañía, Talavera recordó su colaboración con la Administración Pública, un área en la que han sido designados como proveedor de infraestructura cloud del portal SARA, para la construcción de una nube soberana privada para la Administración Central.
Estudio sobre el teletrabajo
Instaurado, en mayor o menor medida en las empresas, el teletrabajo ha venido para quedarse. Talavera aseguró que se ha aprendido “a trabajar en grupo de una manera diferente en el último año”. Para aprovechar todo el potencial de este hábito “es necesario contar con unos valores y una cultura de empresa”.
La marca ha llevado a cabo un estudio, “La oficina virtual: nuevas reglas para una nueva era de trabajo”, que demuestra que el aumento del teletrabajo exige nuevas formas de supervisar el desempeño y los resultados de los teletrabajadores. Así, el 72 % de las empresas en España cuenta con medidas de supervisión a los teletrabajadores para analizar su productividad o planea implementarlas. Entre las medidas adoptadas por esas empresas, se encuentran la supervisión del correo electrónico (41 %), de la navegación por Internet (34 %) y de las herramientas de colaboración (41 %), la videovigilancia (22 %), el rastreo de la atención mediante cámaras web (24 %) y el software de registro de pulsación de teclas en el teclado (27 %). Sin embargo, el 34 % de las empresas que han comenzado a supervisar a su personal de manera remota observan un “aumento” o un “aumento considerable” en la rotación de personal.
Desde la perspectiva de los empleados, el 82 % reconoce que se fijan más en el rendimiento y menos en indicadores como, por ejemplo, el tiempo que se pasa en la oficina. El 83 % afirma que las tecnologías para el teletrabajo les permiten trabajar con mayor eficiencia que antes y el 77 % de las empresas ha tenido que desarrollar nuevas formas de medir la productividad. Algunas han adoptado soluciones centradas en el rendimiento, como las reuniones periódicas con los directores para evaluar cargas de trabajo (49 %), el análisis de resultados y expectativas (53 %) o el empleo de programas innovadores para la gestión de proyectos (51 %).