Intel continúa defendiendo su política de seguridad e insistiendo en que las últimas actualizaciones realizadas en los equipos no merman el rendimiento de los mismos. Una aseveración en la que cuenta con el respaldo de empresas como Apple, Amazon, Amazon, Google y Microsoft. Todas ellas aseguran el escaso o nulo impacto que las actualizaciones han tenido en el rendimiento de sus sistemas.