Las organizaciones seguirán invirtiendo en la computación distribuida en el edge, esta es la principal conclusión que se desprende de la encuesta EdgeView 2022, realizada por IDC. De hecho, el estudio apunta a que las empresas aumentarán su inversión en edge computing hasta en un 37 % durante los próximos dos años.
Según señala el estudio, entre los factores claves que están impulsando el aumento del gasto en edge destacan los requisitos de rendimiento de las cargas de trabajo en expansión y los nuevos casos de uso, que aprovechan la inteligencia artificial (AI) y el aprendizaje automático (ML), y que exigen una mayor capacidad de la computación en el extremo (edge).
Además, desde IDC también subrayan la influencia el rápido crecimiento de la cantidad de datos que se almacenan en las ubicaciones de edge en el incremento de la inversión, así como la necesidad de las empresas y organizaciones de mantener estos datos durante más tiempo.
«Las empresas señalan que quieren los beneficios de un modelo operativo en la nube, con la libertad de desplegarlo en cualquier lugar. Esto crea enormes oportunidades para los proveedores de tecnología, que pueden reducir la complejidad y mantener la coherencia en estos entornos distribuidos», explica Dave McCarthy, Research Vicepresident, Cloud and Edge Infrastructure Services de IDC.