Feliz año a todos los españoles que trabajan, a los que quieren trabajar, a los que sueñan con tener un trabajo y a los que aún no han trabajado.
Feliz año al ramillete de empresarios que, puntual, abre cada día las puertas de sus negocios y apaga la luz, también puntual, al final de la jornada.
Feliz año a los funcionarios que creen en la productividad.
Feliz año al personal sanitario y a los maestros que siguen apostando por que su vocación siga siendo un servicio público.
Feliz año a todas esas mujeres que trabajan por la igualdad desde el hogar y desde la oficina sin enarbolar pancartas ni exhibir pechos.
Feliz año a todos los colchoneros que felicitaron, de corazón, a los madridistas que se alzaron con la Champions.
Feliz año a todos los madridistas que felicitaron, de corazón, a los colchoneros que ganaron la Liga española.
Feliz año a los políticos honrados. Alguno habrá, no pierdan la esperanza.
Feliz año a los que votan del lado izquierdo y, de vez en cuando, cruzan para unirse al grito de los de enfrente.
Feliz año a los que votan del lado derecho y, de vez en cuando, cruzan para unirse al grito de los de enfrente.
España es el segundo país de la UE con mayor tasa de pobreza infantil. Feliz año a todos los que trabajan para que empecemos a escalar.
Feliz año a todos aquellos que son capaces de ver como a un amigo a quien discrepa de sus opiniones.
Feliz año a los que viven en pisos de segunda mano sin dejar de ser gente de primera.
Feliz año a los que lloraron la muerte de la Matute y siguieron creyendo en la magia de los cuentos.
Feliz año a todos los padres que inventan, cada día, “La vida es bella”, para que sus hijos sigan sonriendo.
Feliz año a todos los hijos que inventan, cada día, “La vida es bella”, para que sus padres sigan sonriendo.
Feliz año a todos los que trabajan por la paz. Para que ésta sea de todos los colores y alcance a todas las razas.
Feliz año a los creyentes, a los ateos y a los agnósticos porque cualquier creencia vivida con sinceridad y con respeto merece ser llamada credo verdadero.
Feliz año a los que les tocó nacer en una minúscula Comunidad Autónoma pero se sienten ciudadanos del mundo.
Feliz año a los que siendo doctores en alguna materia siguen pensando que todavía no saben casi nada.
Feliz año a los que se atreven a preguntar, a indagar, a dudar y a equivocarse.
Feliz año a los que sonríen en el metro, en la renfe o en el autobús, a la vuelta y… a la ida.
Feliz año a los que seguimos creyendo que la felicidad está en las pequeñas cosas.
Feliz año a los que están afiliados al partido de la esperanza.
En defintiva, feliz año a los que perdieron una batalla pero hasta el último momento creyeron que era posible la victoria. Y volvieron al campo.