Tras dos años de una intensa actividad digitalizadora, Eva Sánchez-Caballero, responsable de preventa y evangelista de transformación digital de Canon, está convencida de que “queda muchísimo por digitalizar”. La marca ha desplegado en este tiempo numerosos proyectos, alcanzando todo tipo de sectores: desde los más tradicionales (sanidad, banca o educación) hasta áreas en pleno proceso de digitalización, como el comercio, el manufacturing o, incluso, los sectores primarios. Nada escapa en la actualidad al embrujo digital.
Repasa la responsable de preventa de Canon el camino, ascendente, que ha seguido el negocio de Canon desde 2020. Una trayectoria que le ha conducido a abordar procesos, en ocasiones sorprendentes. “La logística es uno de los segmentos que también está abordando su digitalización”, señala. En este apartado, por ejemplo, han desplegado un atractivo proyecto en un cliente el que han logrado optimizar la gestión de sus albaranes (más de 23.000 diarios), aplicando, entre otras fórmulas, el uso de la inteligencia artificial. “Es muy importante todo lo que tiene que ver con la gestión del documento, con una mayor agilización y un mejor tratamiento de facturas. Se consigue aplicar una mayor automatización, lo que permite a las empresas centrarse en su actividad de negocio”.
Sánchez-Caballero señala como segmentos en los que se está desplegando mucha actividad el manufacturing y el comercio, tanto al por menor como al por mayor, ya que mueve una “enorme cantidad de documentación, que puede estar en papel, en ficheros con diferentes formatos o en imágenes”.
Cada vez se está invirtiendo más dinero para progresar, no solamente en todo lo que tenga que ver con la tecnología, sino realmente en redefinir cómo se llevan a cabo los procesos
El despliegue de sus soluciones de videoanalítica, con cámaras de vídeo IP, señala potentes proyectos vinculados, por ejemplo, con el área de la prevención de riesgos laborales. “Estamos ayudando a que las empresas logren que sus empleados trabajen con mayor seguridad”. También en el área del retail. “Permite, por ejemplo, desde contar personas para el control de aforo, identificándolas por género y edad; y en función de su perfil, las empresas ubican la oferta, lo que influye directamente en el consumo”. Una tecnología que se está aplicando en la red de mercados municipales de Madrid. “Este tipo de comercios también está dando pasos hacia su digitalización; un sector que a priori no parecía muy proclive a estos procesos”.
Un abanico de sectores, enorme, que, a su juicio, demuestra que la digitalización alcanza cualquier proceso; “ya esté orientado a temas de documentación, de imagen o de analítica, que permite ofrecer un análisis de la información que recibimos para facilitar a las empresas la toma de decisiones”.
“Seguimos digitalizando”, resume. Unos procesos de digitalización en los que Canon ha incrementado paulatinamente el valor que proporciona. “Vamos adquiriendo una mayor experiencia”, desvela. Canon lleva muchos años hablando de la gestión información y del conocimiento, “pero estamos accediendo a proyectos más complejos en los que aportamos un mayor valor a los clientes”.
La directiva señala que el foco principal de los proyectos actuales, que absorbe una buena parte de sus fuerzas de ventas y de consultoría, es la digitalización de procesos administrativos.
Transformación del puesto de trabajo
Asegura IDC que el mercado tecnológico mundial del puesto de trabajo crecerá a un ritmo del 17 % en los próximos años tras haber alcanzado en 2021 los 656.000 millones de dólares. Sánchez-Caballero asegura que la trayectoria en España es similar. “El puesto de trabajo se ha transformado porque nos vimos obligados al cambio”, reflexiona. “Cada vez se está invirtiendo más dinero para progresar, no solamente en todo lo que tenga que ver con la tecnología, sino realmente en redefinir cómo se llevan a cabo los procesos”, especifica. “Teniendo siempre clara la imprescindible implicación cultural que tiene el cambio del empleado”, completa.
Respecto al papel de la tecnología en estos procesos, algunos estudios aseguran que, para desplegar un puesto de trabajo moderno, eficiente y productivo, son necesarios tres o más proveedores tecnológicos. Sánchez-Caballero especifica que la tecnología es “un eslabón de la cadena; una pieza que está al final de los procesos”. Antes hay que redefinirlos, hablar con los clientes, ver cómo están haciendo las cosas y hacia dónde quieren dirigirse. Y aplicar lecciones de buenas prácticas. “Mostramos a nuestros clientes experiencias que están funcionando en los mismos sectores en los que operan y que son una muestra de cómo se pueden hacer las cosas de una manera más sencilla, logrando una mayor optimización para finalmente alcanzar una automatización”.
En lo que se refiere a la aplicación tecnológica, reconoce que en ocasiones hay que contar con terceras empresas. “En el caso de Canon contamos con acuerdos con partners de primera línea que aportan toda la tecnología que realmente se necesita”. Eso sí, el broche final del proyecto es un “plan de comunicación para trasladar a los empleados qué van a ganar con ese cambio. Es fundamental que un empleado se sienta cómodo y satisfecho con su nueva forma de trabajar”.