Entró en vigor el pasado 1 de febrero aunque ya se ha abierto una nueva fecha “tope”: el próximo 1 de agosto —Comisión Europea mediante—. Aparte de la polémica acerca de la conveniencia o no de ajustarse ya a SEPA —el Banco Central recomendaba cumplir con los plazos anteriores—, lo que es innegable —o no— es que abre numerosas oportunidades de negocio a las marcas y al canal en aras de ajustar aplicaciones y equipos.
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