El mercado español apuesta por el trabajo flexible. Y no solo eso, España destaca en el conjunto mundial. Así lo demuestra el estudio “La flexibilidad, ¿amiga o enemiga?” realizado por Vodafone a 8.000 empleadores y empleados de diez países en tres continentes, de pequeñas y medianas empresas, organizaciones del sector público y multinacionales. Los datos hablan por sí solos: si el 75 % de las empresas mundiales cuenta con políticas de trabajo flexible, en nuestro país este porcentaje se eleva al 81 %. Así lo confirma Andrés Vicente, director general de la unidad de negocio de empresas de Vodafone España, quien apunta que un 71 % de los trabajadores encuestados utiliza su propio smartphone para trabajar fuera de su lugar de trabajo, frente al 38 % en el Reino Unido o el 27 % en Alemania. Algo que ha sucedido gracias a la subvención que han tenido hasta hace poco los terminales, apunta.
Una flexibilidad que conlleva una mayor productividad. Así lo afirma el 89 % de las empresas encuestadas, un porcentaje también mayor que la media, que se sitúa en el 83 %. En este aspecto incide la rápida adopción que hemos tenido de los servicios de datos de alta velocidad para móviles, el ancho de banda o la tecnología cloud.
La flexibilidad es posible gracias a la posibilidad de estar conectado en cualquier lugar, algo de lo que Vodafone se siente orgulloso, reconoce el ejecutivo, al haber sido pioneros en lanzar el 4G o, tras la compra de ONO, haber sido capaces de llegar a 8,2 millones de usuarios de fibra en los hogares. Esta compra les ha permitido incrementar su presencia en el mercado de banda ancha para empresas. Tan solo en el último año este incremento ha estado por encima del 8 %. El crecimiento de sus líneas de móvil en los tres últimos trimestres les ha permitido alcanzar las 72.000. Las fijas suman 43.000.