Como en todo buen matrimonio, seguridad y virtualización deben retroalimentarse: una debe servir de factor de crecimiento para la otra y viceversa. Viendo la oportunidad de negocio, los proveedores de seguridad han ido ajustando sus aplicaciones: al principio, no existían soluciones específicamente diseñadas para un entorno virtual, por lo que la protección asumía un carácter tradicional, lo que afectaba al rendimiento. Una carencia que se ha ido cubriendo con el tiempo y que ahora parece que ha ganado en prestaciones. Y el canal, ¿también ha percibido esta oportunidad?
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