AMETIC sigue mostrando su claro posicionamiento contra la tasa digital y los efectos negativos de la misma. De la mano de la asociación de empresas innovadoras Adigital, han presentado el estudio “Impacto de un impuesto sobre los servicios digitales en la economía española”, llevado a cabo por la consultora PwC.
María Teresa Gómez, directora de la patronal tecnológica manifiesta que, si bien se han opuesto a dicha tasa digital desde diferentes lugares, consideran que había que poner cifras y datos a esta tasa. “El resultado ha sido este estudio que aborda aspectos muy relevantes sobre lo que representa esta figura impositiva”, manifiesta.
Gómez quiere dejar claro que, si bien están de acuerdo con la postura de la Unión Europea de regular todo lo que tenga que ver con las distorsiones de la economía digital, “hay que seguir un sistema equitativo favorable para la UE”. Su discrepancia se deriva del carácter unilateral que ha tomado el actual gobierno con respecto a la tasa digital, “que nos sitúa en una ventaja nada competitiva con respecto a otros países”, ya que la economía digital es un elemento que tiene una relación directa sobre la actividad económica, la creación de empleo y el crecimiento del PIB. “Y todo lo que sea ir en contra de esa economía, es perturbador”, asegura.
Además, recuerda que “se incumple el consenso de que la economía digital forme parte del resto de la economía”, por lo que aconseja no llevar a cabo acciones diferenciadoras. Al tiempo que le sorprende que se califique a esta tasa como un impuesto indirecto porque, en su opinión, es directo “y se va a trasladar en cascada, sobre todo, a los más innovadores y start-ups”, considera la directiva. Desde el punto de vista de la imposición, manifiesta que ya existe el impuesto de sociedades, por lo que opina que se va a hacer de España un país menos atractivo para las empresas, sobre todo para las pymes.
José Luis Zimmermann, director general de Adigital, ha reiterado que el mercado único digital es innegociable, al tiempo que ha recordado que la configuración de este impuesto es cortoplacista y no va a resolver lo que pretende resolver.
El estudio sobre la tasa digital en cifras
Jordi Esteve, socio responsable de Economics en Strategy en PwC, resaltó que quien más perjudicado se va a ver por este impuesto van a ser las pequeñas y medianas empresas, junto a los consumidores, ya que el coste del impuesto será transferido a las compañías usuarias de los servicios grabados, que trasladarán una parte al precio final que paga el consumidor. En función de la variación de la cantidad demandada de productos y servicios ante una variación en el precio, una parte del coste lo asumirán los consumidores, a través del precio, y el resto el vendedor, como un incremento del coste.
La cifra que se baraja en cuanto a reducción de beneficios oscila entre los 450 y los 562 millones de euros, sumando el incremento del coste de uso de plataformas y marketing online y la disminución de ventas por el traslado de parte del precio al cliente final. Este efecto en el beneficio de las empresas españolas tendrá una repercusión económica negativa de hasta 662 millones de euros sobre el PIB y, por lo tanto, una repercusión negativa sobre la recaudación del IVA ante una menor facturación.
También se verán afectados los marketplaces, que generan 13.000 millones de euros anuales. Estos facilitan, sobre todo a las pequeñas empresas, llevar a cabo la mitad de las ventas de empresas españolas. Sin olvidar la posibilidad que les da de internacionalizarse, por lo que redundaría negativamente sobre estas acciones, por poner algunos ejemplos.