En el último año, solo un 0,9 % de los españoles ha copiado un DVD de películas o series, solo un 1,6 % ha realizado una copia privada de un soporte musical y un 2,3 % ha hecho copias privadas de libros y publicaciones. Estos datos se desprenden del estudio «Cuantificación del perjuicio causado por copia privada en España», encargado por DigitalEurope, la asociación que representa a la industria tecnológica en Europa, y Eurimag, la asociación que representa a la industria de la imagen y la impresión en Europa, elaborado por la consultora Mazars a través de una encuesta entre 3.000 españoles entre los 14 y 80 años.
El estudio, cuyo objetivo es cuantificar el daño real producido por la copia privada en España, demuestra que los hábitos de consumo han cambiado y que la copia privada de los tradicionales formatos físicos está disminuyendo hasta el mínimo frente al consumo en «streaming» de contenidos audiovisuales en móviles, tabletas o PC.
El informe revela que únicamente un 1,6 % (48 casos) hicieron copias privadas de un soporte físico de música. Sólo un 0,9 (28 casos) de los 3.000 encuestados hicieron copia de un soporte físico (DVD) en los últimos 12 meses de una serie, cine o documentales, siendo las series el contenido más popular.
La grabación de televisión o radio digitales que permiten los actuales dispositivos tampoco son una amenaza. Solo un 4,1 % de los encuestados grabó un contenido musical en el último año de televisión, porcentaje que cayó al 0,9 % en el caso de la grabación en radio.
En el caso de las series, las películas o los documentales, solo un 6,8 % grabó algún contenido en el último año a través de la televisión digital —no a través de Internet—.
En cuanto a la copia privada de libros y publicaciones asimiladas, el informe señala que se mantiene esta tendencia a la baja. Solo 69 personas de las 3000 encuestadas (2,3 %) realizaron algún tipo de copia privada de un libro o publicación similar y únicamente un 1,61 % del total habría comprado la obra si no existiese la posibilidad de realizar esa reproducción.
Estos datos indican que la situación ha cambiado mucho desde que se aplicaron los gravámenes analógicos; por lo que no está justificado que el 100 % de los usuarios tenga que pagar por el comportamiento marginal de una minoría.
La industria digital ha pedido al Gobierno que base el nuevo sistema de gravámenes en un nuevo estudio de daños por copia privada, similar al que se hicieron en años anteriores. Según sus estimaciones, los daños por la copia privada han ido disminuyendo y han descendido de los 18,7 millones de euros en 2012 a los 11,9 millones de 2015.
Sin embargo, las tasas aprobadas por el Ejecutivo suponen una compensación por encima del daño causado por parte de los consumidores a los titulares de los derechos. Está previsto que se recauden más de 72 millones de euros por el nuevo canon digital —50 millones de euros si se tienen en cuenta las posibles exenciones de compensación por parte de los usuarios empresariales y la administración pública—.
El estudio refleja que el daño causado por la copia privada en España asciende a 7,3 millones de euros. De este modo, la recaudación prevista por el actual canon digital supondrá entre 7 y 10 veces más que el daño efectivamente causado por la copia privada en la actualidad.
Cecilia Bonefeld-Dahl, directora general de DigitalEurope, señaló que «el estudio revela que sólo un número marginal de personas sigue haciendo copias privadas de obras protegidas por derechos de autor, y no hay pruebas de que los dispositivos digitales representen una amenaza para los derechos de propiedad intelectual. Por lo tanto, es necesario revisar el actual sistema de gravamen por copia privada».
«Esperamos que el Gobierno lleve a cabo su propio estudio independiente de daños y alinee las tarifas actuales con el daño real causado por la copia privada», añadió Maxime Furkel, presidente de Eurimag.