Según el periódico índice que realiza Kaspersky Lab para analizar la situación de los usuarios en materia de seguridad, el 61 % de españoles afirma que ellos no se considera diana en la que impacten las amenazas de los ciberdelincuentes. Un baremo que se completa con el hecho de que el 38 % de los usuarios reconoció que no contaba con protección en todos los dispositivos que utiliza.
En el lado más positivo, se ha incrementado el número de usuarios preocupados por la ciberseguridad del 28 % al 39 % y el de aquellos que están protegidos pasa del 60% al 62%. Por último, en el análisis del impacto que tienen las acciones de los hackers, el 27 % reconoció haber sido víctima de alguna ciberamenaza en los últimos meses. Son datos extraídos de las encuestas realizadas en la segunda mitad de 2016 y que se comparan con la primera mitad del ejercicio.
Los datos muestran alguna tendencia positiva: el número de víctimas se redujo y a pesar del alto índice de despreocupación, éste ha descendido algunos puntos.
El número de usuarios españoles que detectaron malware descendió un punto (del 19 % al 18 %) sin embargo han crecido otras amenazas como es el caso del phishing, el ransomware o la filtraciones de datos. Así, por ejemplo, el secuestro de datos afectó al 5 % de los usuarios, un punto más que en la primera mitad del pasado año. Además crecieron las cuentas pirateadas (del 5 al 6 %), los dispositivos hackeados (del 2 al 4 %) y los datos filtrados (del 2 al 3 %).
Alfonso Ramírez, director general de Kaspersky Lab Iberia, extrae conclusiones positivas de estos datos ya que, en su opinión, este índice la segunda mitad del pasado año muestra una tendencia positiva que espera que continúe. “Estamos haciendo todo lo posible para concienciar al mayor número de usuarios sobre las ciberamenazas y mostrarles cómo combatirlas”, insiste.
En el panorama online, crece el número de españoles que utilizan servicios de banca electrónica: ha pasado del 62 % de la primera mitad de 2016 al 76 % que se marca en esta segunda parte del año. También aumentan los que compran online (del 73 al 89%) y los que utilizan sistemas de pago digitales (del 46 al 67 %).