Liderazgo en el despliegue de proyectos de nube híbrida y de inteligencia artificial. Ese es el objetivo prioritario de IBM. Separada ya la unidad de servicios de gestión de infraestructuras TI, en octubre de 2020, que dio origen a Kyndryl, IBM ha desplegado en estos dos años una poderosa estrategia en la que ha incrementado su perfil tecnológico y en la que el papel del ecosistema es aún más esencial. “IBM se apoya en él como el motor principal de este cambio”, explica Constantino Fernández, business unit manager de IBM en Arrow.
El canal, en el que los mayoristas, como es el caso de Arrow, son figuras esenciales, siempre ha acompañado a IBM en su camino tecnológico. “Se encargaba de complementar la venta de productos y soluciones”, recuerda. A principios de 2021, en una nueva etapa, IBM reformulaba su estrategia indirecta con el objetivo de que el ecosistema adquiriera mucho más peso y con un ambicioso reto numérico: duplicar el negocio que hace con él en los próximos cuatro años.
Fernández explica que, para hacerlo realidad, el fabricante ha puesto en marcha claras iniciativas como una mayor aproximación conjunta al mercado entre las fuerzas de IBM y del ecosistema, la inversión en fondos Cloud Engagement para ayudar al ecosistema a desplegar sus proyectos y un notable crecimiento superior al 110 % en los fondos de marketing destinados al área del software. “Nadie dijo que este momento sea fácil, pero sí es un momento dulce de mercado, en el que podemos esperar que, tras estos cambios, recojamos los frutos del trabajo realizado hasta este momento”, expresa Fernández.