781 millones de euros de facturación. Ese es el montante que las huestes ibéricas de Esprinet han logrado entre enero y septiembre de este ejercicio, lo que supone un ascenso del 30 % en relación al pasado año. Si se excluyeran las dos adquisiciones realizadas el año pasado, el negocio rondaría los 439 millones de euros (en 2016 el negocio alcanzó los 480 millones); algo que se explica por la reorganización de los mercados y de los clientes que ha tenido lugar tras la combinación de las tres empresas.
El beneficio bruto de estos nueve primeros meses se sitúa en 29,8 millones de euros, lo que supone un incremento del 35 %. Apartando de la contabilidad las compras, el montante se colocaría en 17,8 millones de euros, lo que supuso un decrecimiento del 3 % (el pasado año sumó 18,4 millones).
En lo que se refiere al EBIT, la cifra de estos nueve primeros meses fue del 5,6 millones de euros, lo que supone un ligero crecimiento de 0,3 millones. Si se descontaran las compras, la cifra sería de 2,5 millones, inferior a los 3,9 millones de 2016. Un descenso que se explica por los ajustes lógicos de la reorganización de la compañía tras las adquisiciones.
El tercer trimestre, que arroja una cifra superior a los 275 millones de euros, estuvo marcado por un decrecimiento del 2 %. El EBIT se colocó en 1,9 millones, una cifra inferior a los 2,4 millones de 2016.
Resultados del grupo
La facturación del grupo en estos nueve primeros meses se situó en 2.127,6 millones de euros, un 10 % más que hace un año. El beneficio bruto fue de 115,4 millones, un 8 % que en 2016; y el EBIT se situó en 14,6 millones de euros, lo que supuso un descenso del 14 %. Por último el beneficio neto se sitúo en 8,9 %, un 24 % menos que hace un año cuando alcanzó los 11,8 millones.
En el tercer trimestre el negocio se situó en 690,8 millones, un 1 % más que en 2016. El EBTI creció un 79 % (de 2,7 millones a 4,8), el beneficio bruto decreció un 1 % (se situó en 35,7 millones) y el neto fue de 2,7 millones, un 86 % más que en 2016.