La venta de impresoras personales 3D ha caído un 3 % en el primer trimestre de este año, según los datos de Context. En contraposición, el segmento de las impresoras industriales ha experimentado un ascenso del 14 % en este mismo periodo.
En este mercado del 3D son los dispositivos personales con un rango de precio menor las que acaparan la mayor parte del mercado: exactamente un 81 %.
Si se analiza de forma más pormenorizada el mercado el segmento que más ha caído ha sido el de las impresoras profesionales, con una caída del 21 %, después de que experimentaron un crecimiento del 112 % el pasado año.
En los últimos años, muchas empresas que habían apostado por la impresión en 3D en el área profesional han dejado de hacerlo. Esto se debió a que algunas startups, que se habían centrado en la impresión 3D en el área personal con foco en consumidores finales, aficionados y educación, han empezado a darse cuenta de la creciente demanda en este segmento. “Este descenso no va a ser una tendencia mantenible”, asegura Chris Connery, vicepresidente de análisis global de la consultora, que apunta a que proveedores como 3D Systems vuelven a centrarse en esta clase de impresoras. «Además, cada vez más los clientes ven esto como una categoría separada».
Los dispositivos de menos de 2.500 dólares en el área de consumo han experimentado un gran crecimiento en los últimos años y tienen muy buena acogida en los mercados de la educación, los hobbys e incluso en algunos mercados profesionales. En los últimos años, las plataformas de crowdsourcing (por ejemplo, Kickstarter, Indiegogo, etc.) han sido un barómetro de la demanda sin embargo, en los últimos trimestres, ha existido poca innovación en este segmento de la impresión 3D personal, lo que ha repercutido en las ventas.
Mientras que los dispositivos personales 3D siguen atrayendo el interés de algunos consumidores ocasionales, el mercado sigue impulsado por el área industrial, que representó el 69 % de los ingresos globales de impresoras en este primer trimestre.