Los ciberdelincuentes no pararon en 2017. Y tampoco lo harán en 2018. Tras un año marcado por el enorme impacto mediático de WannaCry, convenientemente arropado por un ramillete de amenazas en el que aparecieron diversos ataques de denegación de servicio, robos de datos, fugas de información o malware de distinto pelaje, el panorama en 2018 no pinta mejor. Eso sí, la concienciación entre empresas y usuarios va aumentando, lo que impulsará, lógicamente, el negocio de las marcas que consagran su negocio a la protección. Eset, G Data, Kaspersky y Panda Security conforman un cuarteto que afrontan el año convenientemente pertrechados.
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