El 28 “Encuentro de las Telecomunicaciones y la Economía digital”, organizado por AMETIC que se está celebrando en Santander, está siendo el escenario elegido para debatir el estado digital y tecnológico español y europeo para responder al lema de este año: “El reto europeo”. Tras las dos primeras jornadas, los expertos han coincidido en señalar que corren “malos tiempos” en Europa para el sector tecnológico y que todavía no ha llegado la ansiada economía digital.
José Manuel de la Riva, presidente de AMETIC, se mostró contundente al afirmar que “sufrimos un proceso de desindustrialización que nos aproxima a escenarios de destrucción de valor”, y subrayó que “la revolución de la economía digital no está ocurriendo en España”.
Estas afirmaciones se sustentan en la situación del sector que ha caído un 2,3 % en el ejercicio pasado y en otras razones como la falta de estímulos de la demanda, la escasa transformación digital de los sectores productivos y el entorno regulatorio que no está adecuadamente adaptado a las nuevas realidades digitales.
El presidente de la patronal reclamó un plan de reindustrialización TIC, reformas legislativas, revitalizar la Agenda digital española y el apoyo de la Administración Pública para poner en marcha iniciativas industriales innovadoras. Además, expuso la necesidad de incrementar el tamaño de la pyme tecnológica española, el impulso a la compra pública innovadora y un plan de medidas para la transformación digital de los sectores productivos.
De la Riva también dibujó un panorama poco positivo de la industria TIC y digital europea.
“Europa ha perdido el tren de la economía digital y está cada vez más lejos del liderazgo que tuvo hace 10 años”, señaló. A juicio del directivo, “salvo excepciones, los sectores productivos europeos no lideran procesos de transformación digital”. La incertidumbre regulatoria, la rigidez burocrática y la lentitud en la toma de decisiones son los principales obstáculo para el desarrollo digital.
La recomendación de la asociación es el impulso de un “círculo virtuoso para la economía digital española y europea, basado en la inversión y en la innovación”.
Esta visión del mercado europeo también la comparte el Gobierno, ya que José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, reconoció durante su ponencia que Europa ha perdido oportunidades en esta industria y sigue, perdiendo competitividad en relación a otros mercados. Explicó que Europa requiere inversiones de 200.000 millones de euros en redes de nueva generación para fomentar la competencia y revitalizar el sector TIC.
El ministro también recordó el compromiso del Gobierno con el sector y su intención de potenciar la reindustrialización en el país, apoyar a las empresas de base tecnológicas y en fomentar la banda ancha ultrarrápida. Avanzó que su previsión es que en 2015 esté liberada la banda de los 800 MHz para poder desarrollar la cuarta generación de telefonía móvil.
Voces de la industria
Durante las dos primeras jornadas, representantes de distintas empresas del sector mostraron su visión del mercado y avanzaron las claves de su negocio. Así, el CEO del grupo Vodafone, Vittorio Colao, consideró que los grandes operadores están haciendo un esfuerzo por invertir — su compañía 28.000 millones de euros en los últimos años y una previsión de otros 23.000—, pero el retorno que consiguen es insuficiente por la inexistencia de un mercado digital europeo único y reclamó apoyo y medidas urgentes por parte de las autoridades europeas.
César Alierta, presidente de Telefónica, se quejó de que los reguladores europeos “están en el pasado” hablando aún de TICs, “que ya son historia, ahora hay que hablar del mundo digital”. Este ejecutivo comentó que es una “necesidad urgente” una regulación europea similar a la que puso en marcha EE.UU. en 2003 y que las autoridades europeas “dejen de vivir en el pasado y comiencen a vivir en el futuro”.
Por su parte, Roque Lozano, presidente de Alcatel España, dijo que “llevamos tiempo hablando pero ha llegado el momento de actuar”. Si el 2013 fue el año de la “supervivencia” y el 2014 es el de la “esperanza proactiva”, el 2015 debe ser el año del “salto o es ahora o es nunca, no podemos perder otro tren más”.